Nació en Andorra, Teruel. Estudió en Roma. Fue provincial y general de La Merced. Recaló juego en Lérida, entregándose a la dirección de almas y la predicación. Cuando iba por la calle decían: ahí va el fraile santo. Al sobrevenir la Guerra civil estaba en su pueblo natal.

Anduvo oculto en casas de sus sobrinos; pero sabedores los esbirros del comité revolucionario, fueron conminados los familiares de que presentaran a su tío fraile si no querían que sus casas fueran voladas; dos de ellos comparecieron ante el comité con su tío. Los mandamases ni se dignaron dirigirle la palabra. La sentencia estaba dictada; quedando toda la familia en constante zozobra de en qué momento se realizaría. El 15 de septiembre lo subieron a un camión atado con otras seis personas, lo transportaron hasta las tapias del cementerio; allí los fusilaron a él y a sus compañeros, que gritaban, mientras los cercenaban las balas: Viva Cristo Rey, viva la Virgen del Pilar.

 

Podéis leer su biografía.

Más información sobre los mártires mercedarios, aquí.