Con motivo de la celebración del DOMUND, hemos recibido una carta de Elena Amorós , misionera majano , que vive en Perú . La compartimos, pues está especialmente dedicada a la comunidad leridana.
"Octubre para mi es mes de muchos recuerdos y gratitud. Lleida ha sido siempre muy misionera y nos recuerde a todos los que aquí hemos sido llamados por Jesús, porque con nuestra presencia y evangelización hacemos lo posible para que el Reino se extienda.
Animo a niños, jóvenes y mayores a que con entusiasmo, ayuden a tanta gente que nos rodea y viven muy pobremente, pero con un corazón tan grande, con tanto amor y solidaridad, que a pesar de su pobreza no pierden su alegría y siempre confían en Dios. He aprendido mucho de ellos. Todos celebran el Domund, aún en medio de la escasez y el dolor. Vosotros desde Lleida, os podéis privar de muchas cosas que no son tan necesarias, ni os hacen falta y enviarlas a las misiones para que puedan mejorar su vida: "Lo que a ti te sobra, que no le falte al que no tiene”.
Además, la oración es muy necesaria para que los misioneros recibimos el Espíritu Santo, sus luces, porque nos salgan las palabras que les pueden pacificar y no pierdan la esperanza de que un mundo mejor si es posible.
Yo llevo en Perú 63 años recorriendo lugares de los más necesitados, por la costa y por la Sierra, y con júbilo los he recorrido. Fue una llamada de Jesús cuando era muy joven y doy gracias a Dios continuamente por su llamada, y a la gente de aquí, le doy gracias porque me han acogido con mucha generosidad a pesar de su pobreza. Siempre están dispuestos a ayudar al que sea, contagian su alegría, todo lo celebran, incluso en medio del dolor.
Yo tengo ya 91 años, en febrero haré, (si llego), 92 y doy gracias a Dios porque soy autónoma y tengo la mente clara. Mi misión actual es la de la escucha, la gente necesita ser escuchada y lo hago por teléfono, por Internet y en el recibidor de casa. Como he sido maestra en Colegios y Agente pastoral en la Cárcel, desean ser oídos los presos, ya terminada su condena, y tantos ex alumnos que han pasado por mis aulas, ahora ya madres y abuelas. Vuestra ayuda puede ser rezar para que el Espíritu Santo me ilumine y las palabras que les diga los pacifiquen y llenan de confianza.
Gracias ya por anticipado por el bien que puede hacer en este mes de Misiones. Para vosotros también pediré, porque si Jesús os llama para ser misioneros, le eche un " SI" que no os arrepentiréis en la vida de haber escuchado y aceptado.
Con mucho amor me despido de vosotros aunque no os conozca. He vivido en Lleida mi infancia y adolescencia. Un abrazo muy fuerte y agradecida.
Elena Amorós, Carmelita de la Caridad Vedruna”