Una excursión al Monasterio de la Virgen del Olivar con paradas en Caspe y Aclañiz, en el que participaron más de una treintena de sacerdotes, sirvió para simbolizar el fin del curso diocesano en el Obispado de Lleida.

El padre Joaquín Millán, mercedario y rector de la parroquia de la Merced, hizo de guia improvisado al ser el destino de nuestro viaje, el santuario de la Virgen mencionada, la sede de su orden.

El viaje tuvo como primera parada Caspe, donde los sacerdotes, acompañados por el obispo de Lleida, Joan Piris, visitaron la basílica de Santa María, sede del histórico Compromiso de Caspe que tanta incidencia tuvo para la Corona de Aragón y Cataluña.

La siguiente parada del viaje fue Alcañiz, donde visitaron la colegiata de Santa María. Cuando llegaron al Monasterio de la Virgen del Olivar (Estercuel), una joya arquitectónica de 1258, el padre Millán explicó su historia indicando que tiene sus orígenes en la aparición a un pastor de la Virgen de la Merced en la copa de un olivo, y que a éste le encomendó la fundación de una orden religiosa para liberar a los cautivos.

La celebración de una misa y un refrigerio en la hospedería precedieron el viaje de regreso a Lleida.