La parroquia de Sant Pere acogió el pasado martes 13 de marzo la tertulia 'Lo que me ha sostenido a la edad adulta en el seguimiento de Jesús' en el marco de las charlas cuaresmales. Participaron el Padre Ángel Briñas, el doctor Joan Viñas y Montse Sánchez, laica y madre de familia.

El Padre Ángel Maria Briñas comenzó su intervención preguntándose cómo podemos "construir sobre un fundamento sólido". Y animó a los asistentes a preguntarse "cómo diseñamos de nuevo el proyecto de Dios en nosotros?". "¿Tenemos conciencia de Dios en nosotros?", dijo. El Padre Briñas destacó que "el fundamento es la vida teologal".

Además dijo que "estamos en un tiempo en el que necesitamos vivir fundamentados en la tierra y no en la arena". Añadió que "nosotros somos con los que Dios cuenta ahora, para que nuestras capacidades las pongamos al servicio de los demás". Y recordó las palabras de San Pablo cuando decía "con mi debilidad yo soy fuerte".

A continuación, Montse Sánchez, destacó que su "experiencia principal es el estado de enamoramiento de Cristo". Y añadió que el contacto con el Cristo "te cambia" y "es impensable que el cristiano pueda estar triste". En este sentido resaltó que "cuando has vivido eso recibes una fuerza que no te pertenece y que te hace dar sin pedir nada a cambio". Sánchez destacó que "a Dios no hay que buscarlo en las alturas". "No se puede decir que dedico a Dios un rato, Dios debe ser el centro de nuestras vidas".

Y añadió que "yo no creo, yo estoy segura de que Dios está en mí y me quiere". "Él está siempre con nosotros pero nosotros desgraciadamente no estamos siempre". También destacó la importancia de la oración y añadió que "para que entre la luz de Dios, dentro de nosotros, a veces, hay que romper". Para concluir invitó a los asistentes "a desvelar a Dios en las cosas más simples".

Por su parte, el doctor Joan Viñas comenzó diciendo que "amo a Jesús como un hermano" y destacó la importancia que tuvo para él el Concilio Vaticano II "que reiteró que Dios es amor". Viñas añadió que "para asumir la propia enfermedad y la muerte hay un entrenamiento". "Si no amamos a los hermanos que ves, como puedes amar a Dios que no lo ves", dijo. Y defendió que "la ética cristiana, es la ética de la misericordia, es una ética de máximos".

Viñas añadió que "la enfermedad y la muerte pueden ser salvíficas, sufrir con sentido, no romper la felicidad. La muerte no es final". Destacó la importancia de "hacer retiros y ejercicios espirituales". Y en relación con la enfermedad resaltó que "la enfermedad no rompe la felicidad. Ayuda a priorizar lo más importante, que es amar". El doctor aclaró que "tenemos que mirar la parte del vaso que está llena. El sufrimiento sin sentido no sirve para nada". Concluyó destacando que "no hay que tener miedo a la muerte y hay que abrir las ventanas del alma".

Para terminar el padre Ángel Briñas destacó que "no podemos prescindir de Dios". "No te creas tan importante porque Dios no esté cerca de ti", dijo. Y añadió que "la cuaresma es el momento para profundizar en Aquel que nunca dejará de amarnos porque nos ha dado a su hijo".