Un buen número de presbíteros participaron el 7 de febrero en la misa de despedida de las hermanas de la Congregación Misioneras de Nuestra Señora del Pilar, que durante casi 50 años han estado asistiendo en la Casa Sacerdotal de Lleida.

El obispo Joan presidió la eucaristía. También se dirigieron a los presentes el vicario general, Mn. Ramón Prat; la general de la congregación, la hermana Mari Paz, y Mn. Jerónimo Ortiz, uno de los curas más veteranos, que fue el primer director que hubo a la Casa Sacerdotal cuando ésta se inauguró en el edificio de la calle Maragall, donde ahora se proyectan las viviendas sociales para familias desahuciadas o en riesgo de exclusión.

Las palabras de Padre Ortiz fueron muy emotivas cuando explicó cómo recibió el encargo del obispo Aurelio del Pino de encontrar una congregación de religiosas que se pudieran hacer cargo del servicio, que ahora abandonan por falta de vocaciones.