Del 29 de junio al 2 de julio tuvo lugar la 32 peregrinación diocesana a Lourdes de la Hospitalidad de la Virgen de Lourdes de Lleida con la participación de decenas de leridanos con el obispo Salvador al frente.

Un año más hemos vivido una profunda experiencia de fraternidad entre los participantes que nos alimenta para nuestra vida cotidiana y nos permite experimentar que la vida planteada desde la actitud fraternal, de servicio mutuo y amor, es posible si nos acogemos al calor de quien es nuestra Madre y maestra en la aceptación de la voluntad de Dios: María.

En la fraternidad, todos servimos y todos recibimos, servimos a los demás y recibimos de los demás, sean voluntarios con responsabilidades, peregrinos acompañantes que dan calor de familia y especialmente los enfermos que hacen a todos el servicio de saber recibir y aceptar amorosamente los cuidados que precisan, hecho clave para que el espíritu fraternal se dé.

Como muestra de calidez y experiencia vividos en Lourdes, tengo el placer, de aportar, a continuación, el testimonio de la familia Barroso-Tramuns, formada por Pablo, el padre, Marta, la madre, y ocho hijos: Pablo, Guillermo, Álvaro, Miquel, María, Josep, Joan y Xavi, el más pequeño. Esto es lo que nos dicen:

"NUESTRA EXPERIENCIA A LOURDES CON LA HOSPITALIDAD DE LLEIDA

Hemos tenido el don y la alegría de ir toda la familia durante 4 días a Lourdes con la hospitalidad de Lleida. Un plan que deseábamos hacer desde hace bastante tiempo. La experiencia ha sido espectacular, nos ha encantado. Hemos ido varias veces a Lourdes, pero Lourdes sin los enfermos no sería Lourdes. Y eso es lo que hemos hecho esta vez, ir a Lourdes con los enfermos y voluntarios. Los dos mayores, de 17 y 14 años, han llevado enfermos al santuario (en la gruta, los baños, la santa Misa, la procesión de las antorchas, a recibir el sacramento de la confesión, la exposición del Santísimo, el Vía Crucis ...) y se han sentido muy felices y útiles, se han dado cuenta de que hay gente que los necesita. Los chicos se responsabilizan y saben que el enfermo los necesita y no pueden fallar, se crea un binomio enfermo-voluntario que deja huella para toda la vida, así nos lo han manifestado los chicos. Queremos dar las gracias a la Hospitalidad de Lleida que acompañados por el obispo, nos han acogido a toda la familia con un afecto espectacular. Nos hemos sentido muy queridos y comprendidos. Nos han dado un ejemplo de generosidad y amor a los enfermos, que se nota que ven a Cristo en los enfermos y necesitados. La fe y la catolicidad la encuentras de manera especial viviéndola en la Hospitalidad a Lourdes. Con nuestro hijo pequeño, que tiene síndrome de down, se han desvivido y enternecido. Nos hemos dado cuenta de que la Virgen y los enfermos transforman los corazones de las personas. Y esto es la Hospitalidad, gente con un corazón grande y desvivido por los demás. Ojalá más gente venga a Lourdes con la Hospitalidad, es una maravilla. Nosotros nos hemos quedado encantados y con ganas de repetir. La Virgen ha dejado una huella en nuestro corazón y una unión con la Hospitalidad y los enfermos que no hay palabras que lo puedan expresar. Ojalá el próximo año podamos repetir esta maravillosa peregrinación acompañados de más familias, a la Virgen de Lourdes le encantaría. MUCHÍSIMAS GRACIAS. "

Gracias familia por su participación en la peregrinación y por sus generosas palabras, muestra de las vivencias que, con su participación y la de todos los demás, se han hecho realidad en Lourdes. Gracias a todos los que han participado y los que lo han hecho posible con su trabajo.

Gracias a Dios y a la Madre, por todos sus regalos.

Ramón Mª Reig Massana.

Delegado de la Hospitalidad de Lourdes del Obispado de Lleida

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