En la tarde del día de la Inmaculada, la parroquia San Antonio M ª Claret, de Lleida, vivió una gran fiesta con motivo de la ordenación diaconal de Johanes Benjitu Bareto.

El acto, presidido por el obispo diocesano Mons. Joan Piris, contó

con la presencia del P. Màxim Muñoz, Provincial de los claretianos, los sacerdotes de la parroquia, sacerdotes del arciprestazgo «Perifèria», numerosos claretianos: de Cataluña, compañeros de estudios, o compatriotas suyos que residen en España y formadores suyos de Colmenar Viejo, y la comunidad parroquial. Faltó, lógicamente, su familia, si bien a lo largo de la celebración se recordó de manera especial, a su padre, ya fallecido, y la madre y hermanas que viven en Indonesia, de donde Benjitu es originario.

El hecho de que la ceremonia tuviera lugar en la parroquia donde Benjitu colabora los fines de semana en tareas pastorales, dio un cariz de cercanía y familiaridad, que los feligreses celebraron y que el P. Provincial, en su parlamento al final de la Eucaristía, agradeció al Sr. Obispo.

Las guitarras y la flauta amenizaron los cantos de la Eucaristía, exquisitamente preparada, y donde todo el mundo se sintió parte de la celebración. Esto quedó patente en las ofrendas, donde diferentes colectivos presentaron aquello que les relacionaba con el ordenando.

Especialmente emotivo fue el acto de la ordenación, iniciado cuando el P. Provincial llamó al ordenando y él se presentó ante el obispo con las palabras propias de "Aquí estoy", palabras sobre las que Mons. Piris basó la homilía, explicando su significado y las consecuencias que conlleva. También hizo un paralelismo entre el «Hágase en mí tu voluntad», de la Virgen, con el «Aquí estoy» de cada cristiano, y los de vida consagrada en particular. También incidió en la labor de servicio propia del diácono: servicio que se manifiesta en la proclamación de la Palabra y en la acción caritativa.

Mons. Piris no dejó pasar la oportunidad de expresar al P. Muñoz el deseo de que Benjitu, una vez ordenado sacerdote, sea destinado a Lleida, lo que aportaría juventud y haría bajar la media de edad de los sacerdotes diocesanos. El P. Provincial accedió a condición de que salgan más vocaciones en Lleida, por ello hizo una invitación a los jóvenes presentes para que se planteen su vocación a la vida consagrada.

Al final de la celebración Benjitu se dirigió, en catalán, a la Asamblea para dar gracias a todas las personas que le han ayudado en su vocación. Tuvo un recuerdo especial para su familia, los formadores, los compañeros, etc. Y dijo que se siente muy feliz del camino que ha elegido, lo que hizo estallar a los asistentes en un gran aplauso.

A continuación tuvo lugar un piscolabis en el Centro Cívico de Balàfia, donde se continuó compartiendo la alegría de la ordenación.

Amigo Benjitu, ¡Enhorabuena! Que la felicidad que manifestaste después de la ordenación perdure para siempre y que se traduzca en fidelidad en el seguimiento de Jesús.

Conxita López Torres