Con estas palabras, Juan José Omella hoy arzobispo de Barcelona, ​​cuando era obispo de Barbastro-Monzón se despidió de Càrol García cuando ésta hace algunos años se disponía a marchar como religiosa de las Misioneras de Nuestra Señora de África, en Uganda. Así lo expresó esta joven de Almacelles, en la presentación de su primer libro biográfico que tuvo lugar el sábado día 6 en el auditorio del Centro Cultural de esta población.

La Sala se llenó hasta los topes con unas 300 personas, y muchas de ellas tuvieron que seguir el acto de pie o sentadas en los pasillos.

En la presentación muy emotiva y vivida, intervinieron varias personas que fueron glosando la entrañable persona que es Carol García y agradecerle que nos hubiera querido regalar sus vivencias personales recogidas en su libro, Mi hermana África.
Por último, Càrol García en su parlamento nos dijo entre otras cosas que "Sin vosotros (refiriéndose al público presente) no hubiera podido escribir este libro."

También haciendo alusión a la experiencia personal de aprendizaje vital a lo largo de su proceso de enfermedad que le impidió seguir su vocación misionera en África y que le comporta actualmente tener que moverse en silla de ruedas, dijo,

"Se aprende más de lo que perdemos que de lo que ganamos ".
El acto tuvo varios momentos muy emotivos como cuando  Càrol recordó a su buen amigo, fallecido hace poco víctima de un cáncer, Marc Vilarassau, jesuita. Éste, antes de morir le pudo dedicar el prólogo del libro.
Càrol también tuvo unas palabras de profundo agradecimiento hacia su fisioterapeuta que le ayuda cada día desde hace 9 años y que estaba presente en el acto.

Para concluir ala presentación del libro, tres mujeres médicos y una enfermera del Hospital que vienen siguiendo la enfermedad de Càrol en sus estancias hospitalarias, le ofrecieron un bonito ramo de flores acompañado de unos sentidos abrazos, a los que sin duda, nos uníamos todos los presentes, y por supuesto, todas las personas africanas que Càrol tanto lleva en su corazón.
Los participantes, al finalizar las palabras de esta mujer extraordinaria,le ofrecieron puestos en pie, un largo y sentido aplauso.

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