Sacerdotes de nuestro Obispado participaron ayer en la ya tradicional salida de fin de curso, como un signo más de fraternidad sacerdotal. En concreto visitaron tres edificios religiosos de Huesca y el castillo de Loarre.

Veinticinco sacerdotes se apuntaron a la salida y fueron en autocar hacia Huesca donde visitaron primero la residencia de las Misioneras del Pilar de esta ciudad. Allí pudieron saludar a algunas hermanas que habían estado en la Casa Sacerdotal. Todos juntos celebraron la misa, presidida por el Vicario General, Mn. Josep Antón Jové, y luego conocieron la Catedral y su Museo. El director de esta instalación les hizo de guía y el obispo de Huesca, Mons. Julián Ruiz Martorell, y el Vicario General, Mn. Nicolás López, quisieron saludar a los sacerdotes. A continuación visitaron el monasterio y el claustro San Pedro el Viejo, del siglo XII, que constituyen uno de los conjuntos más importantes del románico aragonés.

Después de comer visitaron el Castillo de Loarre (siglo XI), ubicado a unos 40 kilómetros de Huesca, y que está considerada como la fortaleza románica mejor conservada de Europa. Una guía les hizo la explicación del monumento tras la visualización de un vídeo. Después regresaron a Lleida.