Javier Echevarría, prelado del Opus Dei, hapresidido el sábado 5 de setiembre, en el santuario de Torreciudad, la 25 edición de la Jornada Mariana de la Familia.

En ella pidió a las miles de familias participantes su oración y compromiso con "los refugiados, hermanos nuestros", con "cercanía en su tragedia", siendo "hombres y mujeres de misericordia".

El propio Pontífice Francisco se unió al encuentro con una bendición apostólica, en la que anima a las familias a renovar "las estructuras de la sociedad" y a llegar a "los corazones que se preguntan por el sentido de la vida o tienen miedo a arriesgarse".

Durante su homilía, monseñor Echevarría pidió también rezar por el Sínodo de los Obispos sobre la familia que se celebrará en octubre en Roma, así como por el Encuentro Mundial de las Familias que tendrá lugar en Filadelfia en este mes: "Desde que el Papa Francisco convocó la asamblea sinodal no ha dejado de pedir a todos plegarias especiales: hagamos eco a esta petición suya comunicándola a muchas personas".

También alentó, con palabras del Papa Francisco, a mejorar el mundo a través de la familia y a "redescubrir su vocación y su misión, con una evangelización que implica a todos, sin omisiones o indiferencia”. Monseñor Echevarría destacó también la importancia de vivir la plegaria familiar con virtudes como el optimismo, la confianza, la fortaleza, la amabilidad y el ejemplo.

La Jornada Mariana de la Familia es una convocatoria anual que reunió en esta ocasión a cerca de 18.000 personas en una peregrinación de tono festivo. Destacó en su programa una multitudinaria eucaristía al aire libre en la que cantó el coro Laus in Voce del colegio Miravalles-El Redín, de Pamplona.

Junto a la participación de familias jóvenes, la jornada contó con el trabajo de decenas de sacerdotes, que atendieron los confesonarios instalados en la explanada, "para vivir el sacramento de la reconciliación como nos pide la Iglesia, y en preparación del Año Santo de la Misericordia", dijo el rector, mons. Javier Cremades.

El programa incluyó también una plegaria de las familias a la Virgen de Torreciudad, ofrendas de flores y frutos, rezo del rosario al aire libre y un acto eucarístico. Los numerosos niños participantes disfrutaron de un festival infantil y decenas de bebés fueron puestos por sus padres bajo el patrocinio de la Virgen.