Bajo la invitación a Vivir y anunciar la belleza de la fe, las hijas y amigos del P. Palau hemos asistido -del 15 al 17 del pasado mes de marzo- a las jornadas anuales de la Cátedra de Francisco Palay de la Universidad Mística, en Ávila, gestionada por los Carmelitas. Por vez primera, el evento ha

llegado a diferentes rincones del planeta y en diversas lenguas, a través de la virtual ventana on line.

La valoración general ha sido de excelente. Sostenidas por la palabra, la experiencia del espíritu y las excelentes relaciones entre el auditorio, las jornadas han resultado un estallido de belleza que irá cristalizando en la existencia de cada asistente.

Como obertura a esta bellísima sinfonía escuchamos una magnífica disertación sobre la frase de Isaías: ¡Qué hermosos los pies del mensajero que anuncia la salvación! La fuerza y la belleza de la fe en el rostro de los más pobres nos devolvieron al realismo de nuestro entorno.

En él tantas personas y familias sufren la mordedura de la crisis. Luego, la valoramos desde el ángulo del compromiso evangélico. El arte nos ofreció el rostro comunitario de la fe. ¡Bellísimo rostro!

Los grandes del Carmelo nos deslumbraron con su autorizada experiencia: entramado de la fe palautiana. Y la Palabra de Dios nos la mostró en su dimensión profética.

Por fin, Palau irrumpió de lleno en el aula a través de las diversas reflexiones, impartidas por sus hijas: la fe en su espiritualidad, en concreto en su credo y en sus misiones más significativas.

Todo ello ha resultado un nuevo impulso embellecedor de la fe para los participantes. Fe, experiencia viva del amor gratuito de Dios. Ella nos apremia a transmitirla. Es lo que, en las circunstancias concretas, realizó Francisco Palau.

Ester Díaz, carmelita misionera