Después de mucho pensarlo...
Después de mucho pensarlo, he llegado a esta conclusión: en las circunstancias actuales, no es posible conservar la mínima integridad moral sin ser anti (este) sistema.
Cuando el gobierno, que prometía acabar con el populismo de ZP, deja los presupuestos generales para el día después de las elecciones; cuando estos presupuestos incluyen un recorte de 600 millones para la Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo, pero sólo 350 al Ministerio de Defensa; cuando el mismo día que se cancelan becas y ayudas, el rey Juan Carlos, presidente honorífico de WWF, se rompe la pierna en la caza de elefantes; cuando en la universidad de Lleida contratan ex- políticos como Josep Borrell, a la vez que despiden profesores y acaban con todo aquello que no dé un beneficio económico; cuando se indulta a los grandes estafadores y se castiga a los que pagan de manera honrada; cuando se critica a los profesores y elogia los especuladores; cuando, habiendo un millón de pisos vacíos, mucha gente se queda sin casa y la banca mantiene los precios artificialmente altos para que no se vea el agujero en sus cuentas; cuando ya no preocupan la salud y el bienestar de los más ancianos, ni la educación de los más pequeños; cuando, después de habernos aprovechado de los inmigrantes en tiempos de bonanza, la policía, pagada por todos y entre todos, los persigue y cierra en los Guantánamos españoles; cuando estamos a punto de llegar a los seis millones de parados, y uno de cada dos jóvenes que busca trabajo no lo encuentra; cuando las universidades de Cataluña han pasado a ser medios de propaganda del Banco Santander; cuando el presidente de este banco, manchado de sangre, está en libertad ; cuando se pretende acabar con la libertad de protesta pacífica; cuando las grandes fortunas cuentan con numerosos mecanismos para evadir impuestos; cuando se ataca la violencia con una mayor violencia; cuando nos estamos cargando el planeta; cuando se privatizan los beneficios de una economía y se socializan las pérdidas; cuando los únicos vándalos son los que queman contenedores y o los que queman vidas; cuando todo esto es el sistema, este sistema, el sistema S, llámese como se quiera, no puede respetar a los humanos porque es inhumano, no puede estar a su servicio porque los obliga a vivir al servicio del dinero, no puede buscar la verdad porque se basa en la mentira, no puede darles verdadera libertad porque la libertad que promete los esclaviza, no puede llevarlos la equidad porque se basa en crear la diferencia material y estimular la competencia, y no los deja vivir como hermanos porque usa a los unos al servicio de otros, porque condena la violencia a la vez que la aplica, porque en su boca hay miel, pero sus entrañas se corrompen, porque ya no hay quien lo aguante, sólo hay una conclusión decente: Si esto es el sistema, y lo es...
En las circunstancias actuales, no es posible conservar la mínima integridad moral sin ser anti (este)sistema.
Ignacio Terrado Rourera