El obispo Salvador visitó el Valle de Àger el 22 de enero, San Vicente en el marco de la Fiesta Mayor y luego volvió el 31 de enero para conocer algunos de los núcleos así como el Monasterio de las Avellanes.

Viernes 22 de enero, día de san Vicente mártir, el obispo Salvador visitó el pueblo de Àger. Las autoridades del pueblo, como el alcalde, Lluís Ardiaca y varios concejales, acompañaron al obispo en una visita a la Colegiata de San Pedro de Àger. El estudioso y experto Francisco Fité explicó al obispo Salvador y todos los acompañantes algunos de los rasgos básicos de la historia del valle.

Acto seguido se celebró la eucaristía de fiesta mayor en la iglesia parroquial de San Vicente mártir. Mosén Joaquín Mesalles subió expresamente de Lleida para tocar el órgano del siglo XVIII y acompañar litúrgica y musicalmente la eucaristía. Al terminar, el obispo hizo una visita a la rectoría donde hay un archivo parroquial y acto seguido se cerró la mañana con un vermut y una comida popular.

Pero la visita al valle tuvo una segunda parte. El domingo 31, día de don Bosco, el obispo volvió otra vez para completar su conocimiento y descubrimiento de la zona. El día comenzó celebrando la eucaristía en el pueblo de Agulló a las 10 de la mañana, con la iglesia llena. Don Bosco y el hermano beato Santiago Cortasa -marista-, fueron dos de los intercesores a los que el obispo encomendó durante la eucaristía la vida de la comunidad cristiana y pueblo.

Un poco más tarde, el obispo Salvador y el animador de comunidad Isidre Charles visitaron el pueblo de Corçà para conocer el lugar, la iglesia parroquial y también saludar a los habitantes del pueblo. Después de un café, el obispo celebró de nuevo la eucaristía en el pueblo de La Règola. Sus habitantes y residentes de fin de semana le invitaron a un piscolabis en la casa del pueblo y le ofrecieron unos presentes.

Después de una comida reposada y tranquila en el pueblo de Àger, Mons. Salvador Giménez visitó el monasterio de Les Avellanes durante la tarde. La comunidad de los hermanos maristas acogieron el obispo Salvador y durante dos horas estuvieron compartiendo la historia del monasterio y de la congregación marista vinculada a Les Avellanes. Fue un encuentro fraterno y muy agradable para todos. El obispo agradeció a los hermanos maristas la acogida y el tiempo compartido.