Los catequistas de la Parroquia de Sant Ignasi de Loiola, los de catequesis especial, catequesi de niños y también tenían que acompañarnos los de la gente mayor y los del bautizo, pero por causas diversas no pudieron asistir, nos encontramos para hacer balance del curso.

A pesar de que éramos menos que otros años, también compartir un momento en una eucaristía y para recordar el trabajo realizado durante el curso, al mismo tiempo que para analizar nuestra disponibilidad, la forma de preparar las sesiones y nuestra formación durante el año.

En la merienda compartimos ilusiones, experiencias y sobre todo una buena caja de bombones que nos regalaron los padres de los niños que este año han hecho la primera comunión. 


Ahora dejaremos pasar el verano, para ir cargando pilas, para meditar y tomar decisiones de cara al próximo curso, para pensar en posibles relevos, tanto generacionales como de compañeros de ruta, y para disfrutar de un tiempo de calma y descanso, pero con plegaria.

Trini Catalán