El papa Francisco pidió este 1 de enero a personas de todos los credos y culturas luchar contra la esclavitud moderna y el tráfico de personas, declarando que todo el mundo tiene el derecho divino a la libertad. El pontífice celebró el Día Mundial de la Paz de la iglesia Católica con una misa en la Basílica de San Pedro.

"No más esclavos, sino hermanos" es el lema de la celebración este año.

"Todos estamos llamados a ser libres, todos a ser hijos y cada uno, según su propia responsabilidad, a luchar contra las formas modernas de esclavitud. De cada pueblo, cultura y religión, unamos nuestras fuerzas", dijo el Santo Padre.

A finales de 2014, el Papa solicitó a los católicos no comprar productos de bajo precio que podrían ser elaborados con trabajos forzados y otras formas de explotación.

El Vaticano se encargó de difundir el mensaje entre jefes de Estado y gobiernos, instituciones internacionales y congregaciones.

Unos 36 millones de personas trabajan en condiciones de esclavitud, según un informe de la ONG Walk Free Foundation.

Tras la misa, Francisco dio su tradicional discurso de año nuevo. "La paz siempre es posible, pero tenemos que buscarla. Recemos por paz", dijo el Papa a los fieles.