El miércoles 15 de octubre, coincidiendo con el día de Santa Teresa de Jesús, el Obispado de Lleida se sumó a los actos conmemorativos del V Centenario de su nacimiento, con la celebración de una eucaristía presidida por Mons. Joan Piris Frígola, y concelebrada por el arzobispo de Urgell, Joan Enric Vives, y la comunidad carmelitana de Lleida con su prior, P. Jesús Sans, preveres representantes de las diferentes parroquias del Obispado y también por los religiosos de las comunidades: mercedaria, franciscana, ignaciana y salesiana. La celebración tuvo lugar en el Santuario-Parroquia de Santa Teresita del Niño Jesús, situada en la Plaza de las Misiones, que está a cargo de la Comunidad de Carmelitas Descalzos.  

El obispo Joan Piris dio la bienvenida a todos los asistentes y agradeció muy especialmente la presencia de Mons. Joan Enric Vives, que había pedido poder asistir al acto, puesto que en la diócesis de Urgell se da la eventualidad que no hay ninguna comunidad de Carmelitas.

Durante la homilía, el obispo Joan hizo una referencia especial al mensaje que el Papa Francisco había enviado al obispo de Ávila, Mons. Jesús Garcia Burillo, y por extensión a todos los obispos españoles, con motivo del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa.

En esta carta comenta, que en la escuela de la santa andarina aprendemos a ser peregrinos. Teresa de Jesús invita a sus monjas a “andar alegres sirviendo”, pero este camino no podemos hacerlo sólos sino juntos. A este camino no se llega por atajos que evitan la renuncia y el sufrimiento, sino que lo encontramos sufriendo trabajos y dolores; poniéndonos al servicio de los otros con alegría y humildad.

De hecho no recomienda muchas cosas santa Teresa; sólo tres: Amarse mucho los unos a los otros, desprenderse de todo y verdadera humildad. Ella no se separa de las preocupaciones de la gente y vive las dificultades de su tiempo sin quejarse. Este es el realismo teresiano: Rezar para comprender bien lo que pasa y así actuar mejor.

Ya es tiempo de andar, de andar por los caminos de la alegría, de la oración y de la fraternidad; una preciosa herencia a conservar y enriquecer.

La entrega de las ofrendas tuvo un simbolismo especial, puesto que estuvieron precedidas por una pareja de niños, vestidos con el hábito carmelita, seguidas de otras, que fueron presentadas al obispo Joan.

En la celebración, participó la coral Flor del Carme, dirigida por su directora, Montse Posino. Durante el acto litúrgico, se interpretaron las canciones: El alma es de cristal, Nada té turbe, nada te espante y Si padecer con amor. Esta última ha sido compuesta especialmente para la celebración del V Centenario de Santa Teresa de Jesús, y de la cual son autores: Lluís Platero, de la música, y Joan de Déu Soler Amigó, de la letra.

El obispo Piris indicó, que el Santuario - Parroquia de Santa Teresina ha sido uno de los lugares asignados para poder participar del jubileo en este año de gracia teresiana, haciendo referencia explícita a que no vamos a ganar ningún jubileo sino que vamos a recibirlo como regalo de la misericordia de Dios, y siempre con los requisitos establecidos por la Santa Sede.

Después de la bendición, hubo la veneración de la reliquia de Santa Teresa, y para concluir la fiesta, un recital de poemas interpretados con mucha delicadeza, por Mª Carme Mor, Mª Cruz Nebot y Roser Vergés, del que pudimos disfrutar todos los asistentes.

Con ocasión del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús y siguiendo la costumbre de los encuentros carmelitanos, éstos tendrán un cariz especial y estarán dedicados a “La vida de Santa Teresa de Jesús”, que consistirá en la proyección de la película del mismo nombre, en ocho capítulos, dedicando cada sesión a enriquecer nuestro conocimiento de la historia y la espiritualidad del Carmelo teresiano.

Más fotos de la celebración, aquí.