Queridos diocesanos:

El calendario de actividades que prepara nuestra diócesis a principios de curso tiene una de especial importancia. Se trata de la Asamblea Diocesana que está convocada para el próximo sábado, día 27, durante toda la mañana, en la Casa de la Iglesia de la calle Academia de Lleida. Es una convocatoria abierta a todos que nos ayuda a la reflexión, a la revisión de actividades y al diseño de proyectos para el futuro de la diócesis. Es una presencia muy significativa de laicos, sacerdotes y miembros de vida consagrada, en torno a 250, procedentes de todas las parroquias y comunidades diocesanas, que se reúnen para escuchar, para hablar y para rezar. Es una cita muy esperada y se nota el esfuerzo que todos los sectores pastorales realizan para participar en la misma.

La temática de la Asamblea varía cada año y se acomoda a los planes pastorales que la diócesis promueve o se ajusta al marco de alguna orientación de la Iglesia universal en la que el Papa pide a todos los católicos su colaboración. Este marcoes el propio de este año en el que seguimos inmersos en la iniciativa del Sínodo de Obispos que ha propuesto el papa Francisco. Fue anunciado el año 2021 y finalizará en octubre del año 2024 con una característica especial y es la pretensión de que sea un proceso sinodal (caminar junto a otros) muy participativo. No sólo tienen voz los obispos sino que el Santo Padre nos ha pedido a todas las diócesis del mundo las aportaciones y sugerencias que estimen oportunas para ayudar en la toma de decisiones al final de ese proceso. La propuesta del Sínodo es responsabilidad del Papa que, siguiendo las indicaciones del Concilio Vaticano II, indica un tema pastoral de estudio que conviene a toda la Iglesia; la enseñanza, la vida y el ministerio de los sacerdotes, la familia, la evangelización, etc. han sido algunos de los propuestos y se han  discutido durante unas semanas del mes de octubre por parte de los obispos con unas conclusiones que se presentan al mismo Papa para que elabore un documento que oriente a toda la Iglesia. La novedad de este Sínodo radica en una preparación y participación de todos los católicos con un tema sorprendente a primera vista: es un Sínodo sobre la sinodalidad, es decir, cómo aplicar a la realidad concreta de las comunidades los principios de la comunión, de la participación y de la misión. Se desea simultanear los principios teóricos con el ejercicio práctico de la vivencia comunitaria.

Nuestra diócesis ha participado con interés durante este período. Se anunció a todos los sectores pastorales, se distribuyó el material escrito en forma de orientaciones, hubo reuniones en los distintos arciprestazgos y se confeccionó un documento que se envió a los servicios centrales de la Conferencia Episcopal Española como aportación diocesana y con el fin de preparar una respuesta, fruto del conjunto de las diócesis. El documento diocesano fue objeto de estudio, ponencia y trabajo por grupos, en la Asamblea del año pasado. El documento de la Conferencia se presentó en una magna reunión de 600 personas en Madrid unos días después, el sábado11 de junio,  donde participaron el obispo y un grupo de laicos de nuestra diócesis. El pasado mes de febrero hubo un encuentro de las Conferencias Europeas en Praga; el llamado continental como lo ha habido en el resto de continentes con la finalidad de contrastar las distintas propuestas para que la Secretaría General del Sínodo preparara un instrumento de trabajo con vistas al año 2024.

Durante este curso se ha seguido trabajando en nuestra diócesis cuyo resultado será objeto de diálogo en esta próxima Asamblea, que hemos titulado LA PARROQUIA SINODAL, CAMINO DE FUTURO,  en la que habrá una ponencia de Mons. Vicente Jiménez, Arzobispo emérito de Zaragoza y coordinador de las tareas sinodales de la Conferencia. Posteriormente un trabajo por grupos y una presentación de experiencias sinodales de nuestra diócesis. Quedáis todos invitados a participar porque todos somos al mismo tiempo responsables de la marcha de nuestra Iglesia.

Con mi bendición y afecto.                         

+Salvador Giménez, obispo de Lleida.