[8-12-23] Hoy se celebra la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María. Se trata de una celebración de enorme trascendencia para los cristianos, en la que se recuerda que la Madre de Jesús no tenía pecado original desde el momento mismo de su concepción.

Todo el mundo lleva sobre sí la carga del pecado cometido por nuestros primeros padres, Adán y Eva. María, por el contrario, fue protegida del mal y quedó limpia de esa falta que solo puede ser absuelta por el bautismo.

Que María goce de tal privilegio es solo entendible en el marco del plan divino de la salvación. Y es en virtud de dicho plan, cuyo centro es Cristo, que la Inmaculada Concepción de nuestra Madre resulta un dato imposible de ser soslayado; por eso, la Iglesia ha tenido a bien erigirlo como dogma de fe: todo católico está obligado a creer y defender esta certeza, preservada por la Iglesia como don único.

Un poco de historia

La Iglesia ha preservado desde sus inicios la certeza de que María es "Inmaculada", es decir, en ella no hay pecado.

Es a mediados del siglo XIX que el Papa Pío IX, después de recibir numerosos pedidos de obispos y fieles de todo el mundo, en comunión plena con toda la Iglesia, proclamó en un documento pontífice "Ineffabilis Deus" (Dios inefable) con la que queda decretado este dogma mariano:

"Que la doctrina que sostiene que la Beatísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús, Salvador del género humano, está revelada por Dios y debe ser por tanto firme y constantemente creída por todos los fieles..." (Pío IX, "Ineffabilis Deus")

El día elegido para la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción fue el 8 de diciembre de 1854. En aquella ocasión, desde Roma fueron enviadas cientos de palomas mensajeras portando el texto con la gran noticia. Se cree que unos 400 mil templos católicos alrededor del mundo repicaron campanas en honor a la Madre de Dios.