[07-10-25] Palazzo Barberini, hoy Pinacoteca Nazionale d'Arte Antica (II)

 

SOMOS PEREGRINOS VIP (VERY IMPORTANT PERSON). PEREGRINOS DE PRIVILEGIO

Queridos peregrinos VIP, la semana pasada terminamos hablando del rey de Inglaterra, Enrique VIII. Pudimos hacerlo gracias a una espléndida obra de arte, una pintura maestra, sobre tabla (madera), del museo del Palazzo Barberini, realizada por el pintor alemán Hans Holbein el Joven (1497-1543), en la que retrataba al mencionado monarca. Podéis verlo en la fotografía que acompaña este texto.

 

NO SOMOS PEREGRINOS HECHOS EN SERIE

Comprobamos, además, que nuestros recorridos (ya sean in situ, en Roma, o virtuales, a través de estos textos) nos enseñan muchas cosas insólitas o poco conocidas. Somos, al fin y al cabo, unos peregrinos afortunados, de lujo, VIP, como hemos dicho. Nuestro atuendo de peregrino no es el de un turista en serie al que le repiten, como un loro, el menú turístico habitual. Nosotros intentamos saber algo más y nos gustan los menús a la carta.

 

UN MUSEO, O UNA PINACOTECA NAZIONALE D'ARTE ANTICA, CON UNA SALA DE IMPORTANTES EXPOSICIONES TEMPORALES

Cabe advertir que durante muchos años este gran museo (la Pinacoteca Nazionale d'Arte Antica de Roma) no contó con una sala digna para realizar exposiciones temporales de grandes artistas. Solo tenía salas de exposición permanentes; es decir, siempre se exponía lo mismo. No obstante, desde enero de 2012, y después de una larga remodelación de todo el museo, esta pinacoteca dispone de más de 1.000 metros cuadrados para organizar grandes eventos expositivos temporales, como el que dedicaron ese mismo 2012 al gran pintor barroco italiano Giovanni Francesco Barbieri (1591-1666), conocido como Il Guercino (el bizco, porque parece que padecía un poco de estrabismo), autor, entre muchas otras obras, de un lienzo muy singular y atractivo que representa a Saúl intentando dar muerte a David, con un apoteósico celaje azul, teñido, a su vez, con sabias tonalidades de color plomo; una obra que precisamente se encuentra en esta misma pinacoteca y que se puede ver en cualquier momento.

 

ALGUNAS EXPOSICIONES INOLVIDABLES

Cabe recordar, por ejemplo, la exposición que aquí se dedicó a Caravaggio. El retrato revelado, celebrada entre el 23 de noviembre de 2024 y el 23 de febrero de 2025, donde se podía ver una magnífica obra nunca antes expuesta en público, el Retrato de Monseñor Maffeo Barberini, futuro papa Urbano VIII, Barberini, un cuadro de Caravaggio procedente de una colección privada. También fue muy destacada la dedicada a Tiziano, Bellini y Bronzino (2024). O la que ese mismo 2024 se dedicó a Rafael, Tiziano y Rubens. De verdad, si uno se encuentra en Roma unos días, hará bien en preguntar por las exposiciones que se celebran en el Palazzo Barberini. Todo un lujo. Disfrutaréis mucho.

 

LA ÚLTIMA ETAPA DEL PALAZZO BARBERINI

Numerosos decoradores aún trabajaron en el siglo XVIII en el arreglo interior del palacio, ya con un refinado lenguaje Rococó. Lo hacían bajo las órdenes de la última heredera directa Barberini, Cornelia Costanza Barberini, quien, al casarse con el poderoso Giulio Cesare Colonna di Sciarra, príncipe de Carbognano, adoptó el apellido Barberini-Colonna di Sciarra. Finalmente, después de la Segunda Guerra Mundial, los descendientes de la familia Barberini vendieron el edificio al Estado italiano. Esto fue en 1949. Y en el año 1953 ya comenzó a funcionar como sede de la Galleria Nazionale d'Arte Antica, formada, en un principio, a partir de las donaciones de las colecciones de algunas familias acomodadas de la nobleza romana.

 

AVANZA EL AÑO SANTO. ¿SOY CONSCIENTE DE ELLO? ¿LO ESTOY APROVECHANDO BIEN?

Creo que nos conviene, queridos peregrinos, que después de treinta y nueve semanas transcurridas de este gran Jubileo de la Esperanza, hagamos, entre todos, un pequeño balance. Estos textos intentan no ser únicamente clases de Historia del Arte. La oculata fides, o los ojos de la fe, deberían permitirnos saborear algo más. Intentémoslo, al menos.

 

LA INDULGENCIA QUE SE NOS REGALA ES UN DON SINGULAR DEL AMOR DE DIOS POR NOSOTROS

Por encima de todo, esta Indulgencia Plenaria es una gracia especial que nos ilumina y nos fortalece; nos da fuerza y motivos para practicar la belleza de la virtud. Eso sí, deberíamos recibirla como un gran regalo “vitamínico” de un Dios, que es Padre, que nos ama inmensamente y que, pensando en nuestro bien, nos quiere con un sincero deseo de rechazar el pecado (el mal). Rechazarlo y esforzarnos por reparar, de verdad, el mal que nos hacemos a nosotros mismos y a quienes nos rodean cada vez que pecamos o transigimos con el mal.

 

SEGÚN EL PAPA SAN JUAN XXIII, “TENDREMOS QUE SATISFACER HASTA EL ÚLTIMO CUADRANTE POR EL MAL QUE CADA UNO, EN PARTICULAR, HEMOS HECHO”

Mirad, si yo, por ejemplo, me enfado un día en casa, pierdo los estribos y rompo sillas y mesa, hago mucho daño. Ciertamente, si me confieso, se me perdona el pecado de ira, pero los daños permanecen, y las sillas hay que repararlas; por tanto, tendré que pagar a un ebanista la factura por la reparación de mi destrozo. Y así ocurre siempre que pecamos. Es decir, siempre nos queda pendiente una “pena temporal”, como dicen los teólogos, que debe ser condonada. Los teólogos también nos dicen que siempre tendremos que purificar ese mal; es decir, tendremos nuestro “purgatorio”; aquí, en la tierra, y en la otra vida. Sin embargo, la Iglesia, por los méritos de Jesús, de la Virgen y de los santos, puede aliviarnos o borrar esa “pena temporal”. De hecho, la Iglesia pone a nuestra disposición, durante todo un Año Santo (2025, hasta el 6 de enero de 2026), el riquísimo tesoro común de sus méritos y paga la deuda contraída por cada uno de nosotros. Y entonces sí, toda la “pena temporal” se borra; ¡ojo!, pero con una condición: que rechacemos de corazón, como hemos dicho, el pecado (el mal cometido). Además, tendremos que cumplir unos pequeños deberes: confesarnos y comulgar (durante veinte días antes o después de atravesar una Puerta Santa), rezar el Credo y orar por las intenciones del Papa (podemos rezar, por ejemplo, un Padrenuestro y un Avemaría por nuestro Santo Padre, León XIV). ¡Qué suerte! ¡Qué gracia tan grande! Además, podemos ganar la indulgencia cada día (no hay peligro de empacho), por nosotros y por nuestros familiares y amigos difuntos.

 

Ximo Company. Delegación de Patrimonio Artístico

 

Foto: Hans Holbein el Joven: Retrato de Enrique VIII, Pinacoteca Nazionale d'Arte Antica (Palazzo Barberini), 1540. Su voluminosa obesidad llegó a los 137 cm de cintura.