
|17-12-24| La Delegación de Pastoral para personas migradas y refugiadas, cuyo responsable es el Mn. Adrian Burca, celebró el domingo 15 de diciembre en la iglesia Santa Teresita la cuarta edición del Festival de Navidad y de villancicos. Fue una celebración diversa y enriquecedora, en el que se cantó el nacimiento de un Niño que vino a este mundo trayendo la alegría de la salvación. Cristo nace y nosotros formamos parte con nuestra vida de este evento y cada uno somos parte de la Navidad.
Nueve grupos se juntaron para llevar la buena noticia: la comunidad católica rumana de Lleida, la comunidad copta egipcia, el grupo de Georgia, el coro Armonía de la comunidad greco católica ucraniana de Lleida, el coro de la comunidad guineana, Milagros, de Perú, el coro de jóvenes de la Unidad Pastoral Pilar – Magdalena, el grupo de Honduras y el coro de la comunidad rumana ortodoxa de Lleida.
Florentina Budau, como persona implicada en la organización y la coordinación del evento manifestó que "he sentido como la luz ha llenado mi alma, mi corazón y he intentado transmitirlo a todos los demás". Por su parte, Mn. Adrian dijo que “esperaba un concierto de voces y lo que he encontrado ha sido un festival de corazones que cantaban a otros corazones”. Carmen, una amiga de la parroquia señaló que “me he sentido como en mi casa; muy relajada y muy feliz, de verdad”. Por su lado, Mn. Ruis quiso agradecer "la oportunidad de participar a un acto tan bonito”, mientras que Mn. Daniel aseguró que “el encuentro ha sido una oportunidad de sentimientos intensos, de vivencias espirituales especiales y casi una Santa Eucaristía de los que han venido a anunciar al mundo el nacimiento de Jesús en sus corazones”.
Vasyl, de la comunidad ucraniana, dijo que “nos ha gustado mucho y gracias por invitarnos a participar de esta actividad”. Mn. Jaume Pedrós apuntó que ”a mi me ha hecho descubrir la riqueza de la inmigración, a nivel de sociedad y de Iglesia un gran regalo, que personas de diferentes culturas canten al niño nacido en Belén, cada uno con sus palabras y sus ritmos”. Isabel disfrutó "mucho de todo el cariño y la tradición navideña que se ofrecía a través del canto, de la música” y Mn. Paul afirmó que “ha sido una bonita experiencia, un momento en el cual muchos países han podido presentar una pequeña parte de sus tradiciones y, de esta manera, se ha quitado un poco la añoranza de nuestras tierras”.
Desde la Pastoral de Migrantes manifestaron que "le damos gracias a Dios por ofrecernos otra vez la posibilidad de encontrarnos para alabar al Niño Jesús, venido al mundo para salvarnos. También agradecemos a los que han cantado y nos han encantado con sus cantos y a todos los que arrimaron los hombros para crear algo maravilloso".
