
La Catedral de Lleida ha acogido esta tarde, con toda solemnidad, la Misa Crismal que se celebra el Martes Santo, donde los sacerdotes de la diócesis que han participado en ella, han renovado sus votos alrededor del obispo Salvador. El prelado, que ha presidido la ceremonia acompañado por el obispo emérito Joan, ha bendecido los aceites para la unción de los enfermos, para los catecúmenes que recibirán el bautismo y también ha consagrado el crisma.
La Misa Crismal es también una conmemoración de la institución del sacerdocio. En su homilía, el obispo ha agradecido el trabajo, los sacrificios y la generosidad de aquellos que han decidido dedicar su vida al ministerio sacerdotal.
La Catedral, llena de fieles -muchos de ellos venidos de parroquias de pueblos de la diócesis- ha sido el escenario de una de las celebraciones más importantes del calendario litúrgico.