La Parroquia de San Ignacio de Loyola de Lleida acogió una nueva convocatoria de una mañana de retiro abierto a todos el pasado 4 de mayo. El P. David Guindulain, s.j. propuso a los asistentes una experiencia de encuentro con Jesús con el título "El milagro del encuentro".
 
Tras una breve introducción y un canto de invitacion al silencio, el P. David Guindulain enmarcó en su contexto el fragmento del evangelio propuesto. En esta ocasión el texto que sirvió de base fue el que nos presenta Jesús caminando sobre el agua en una noche de tormenta en el lago de Tiberiades (Mt 14,22-33).
 
Para la oración personal propuso el siguiente itinerario:
 
. Una primera parte de composición de lugar, es decir, con la ayuda de la imaginación, hacerse presente en la escena que describe el texto centrándose especialmente la atención en la percepción de las diversas sensaciones de la situación descrita en la barca, considerar la barca como una imagen de la Iglesia, y considerar el desconcierto de los discípulos en aquella situación así como la actitud de confianza y vacilación de Pedro.
 
. La petición propuesta fue: pedir al Padre conocer al Señor con todo mi ser.
 
. Como puntos orientativos para la experiencia personal propuso aplicar los sentidos a las diversas sensaciones y experiencias de las personas que vivieron aquella situación. Ver la barca con los discípulos y Jesús, escuchar los ruidos del viento y los gritos / silencios de miedo de los de la barca, el olor del aire y la humedad, saborear / notar el sabor del viento fuerte, del miedo y la confianza, sentir la sensación en la piel del aire y la fuerza de la naturaleza, tocar el agua ... de todas estas percepciones se trata de sacar algún provecho para finalmente postrarse me delante de Jesús y reconocerlo como Señor de mi vida.
 
. Finalmente terminó con un coloquio agradeciendo todo lo que se me ha dado en este rato.
 
Tras el tiempo de oración personal se hicieron dos grupos que se encontraron para compartir la experiencia. Simultáneamente se ofreció la posibilidad de compartir la experiencia de una manera personal con un acompañante. Cuatro personas pudieron disponer de un acompañante personal en ese momento y otros tres se citaron para compartir la experiencia otro día.
 
Para finalizar el receso hubo un último encuentro de todos los participantes, en la iglesia. A través de una dinámica con fotos que se repartieron a todos, se dio gracias por todo el bien recibido y cada uno manifestó su disponibilidad al servicio colocando la foto que había recibido alrededor de una imagen de Cristo situada sobre el altar.
 
En esta ocasión, hubo unos 40 asistentes que, a través del boleto que se pasó al final de la mañana, manifestaron su satisfacción. Desde el equipo de espiritualidad de la PAL queremos manifestar nuestro agradecimiento a todos los asistentes por la buena acogida que han tenido los dos mañanas de retiro que hemos podido ofrecer este curso. Entendemos que la buena acogida que han tenido significa que hemos sabido encontrar una manera de dar respuesta a una necesidad o inquietud de la comunidad.
 
En este sentido para el próximo curso esperamos mantener el espacio abierto de oración de los jueves así como ofrecer nuevos mañanas de retiro. Además, también se hará la oferta de ejercicios en la vida diaria.