Un total de 461 niños y jóvenes en situación de riesgo social han participado este verano al programa 'Vacaciones para Crecer de la Fundación Virgen Blanca. La Fundación Virgen Blanca lleva a cabo actividades de ocio educativo durante el verano porque niños en situación de riesgo social tengan el derecho de disfrutar de un tiempo de ocio de calidad y económicamente accesible y donde puedan ser acompañados en su crecimiento lejos de las situaciones en que se ven inmersas las personas que los rodean.
 

Este año se han llevado a cabo cinco casales: CEPA Episcopal; Escuela Balàfia; Escuela San José de Calasanz; Academia Mariana-casal para Jóvenes y Colonias en la casa Montsant de Vilaller. Entre los objetivos de los casales destacan garantizar la justicia y la equidad y fomentar la cohesión social. En este sentido lo programa 'Vacaciones para crecer' pretende potenciar la educación en valores y la autonomía personal así como ser un espacio de aprendizaje de capacidades y habilidades personales y social.

 

El Obispo de Lleida, Salvador Giménez, ha destacado hoy a la presentación del balance del programa 'Vacaciones para crecer' la tarea de la Fundación Virgen Blanca. En esta línea, ha dicho que que 'Vacaciones para crecer' "es una herramienta muy interesante para familias que necesitan estar acompañadas en verano".

Por su parte, el presidente de la Fundación Virgen Blanca, Joan Ramon Saura, ha resaltado que "el tiempo libre es el espacio donde se adquieren los hábitos que permiten que la persona sea libre". Además, ha destacado que "es en este tiempo libre donde se posan de manifiesto las diferencias sociales, por eso intentamos utilizarlo como un espacio de cohesión social".

 

En la iniciativa han participado 38 monitores y 10 monitores en prácticas. Todos son pertenecientes al Movimiento de Centro de Esparcimiento Cristianos de la Fundación Virgen Blanca. Son monitores y monitoras formados que durante el año participan voluntariamente en sus centros de esparcimiento organizando actividades y conduciendo grupos. Son jóvenes voluntarios comprometidos y con una clara vocación de servicio.

 

Aparte de las personas contratadas también han participado voluntarios y personas en prácticas de los cursos de monitores y monitoras que colaboran con el proyecto y que aportan experiencia, conocimiento y tiempo e ideas a nuestros proyectos.

 

Los casales han estado posible gracias a diferentes como financiadores como la Fundación Educo, la Diputación de Lleida, el Ayuntamiento de Lleida, la Generalitat de Cataluña, el Banco de Alimentos de Lleida, Save The Childre, Caixa Proinfancia, la Fundación Probitas, así como donativos particulares. Los menores participantes han sido derivados, entre otros, por los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Lleida, Cáritas, CSMIJ, l'Esplai La Bordeta, las Llars del Seminari, el COF,  Voluntariado Vicenciano, SIE, la parroquia de Carme, SIFE, Sant Josep de Calasanz y el SIE. Se trata de niños de entre 4 y 17 años.