[29-04-24] Los religiosos claretianos que están a cargo de la parroquia de Sant Antoni Maria Claret, en el barrio leridano de Balàfia, comunicaron ayer a los feligreses que asistían a la misa la decisión de cerrar la comunidad a finales del mes de agosto debido a la falta de vocaciones y de relevo. El Gobierno Provincial de los Claretianos en Catalunya ha decidido cerrar la casa que tienen en Lleida, poniendo punto y final a 140 años de presencia en la ciudad, primero en la calle la Palma y, desde hace 50 años, en Balàfia.

 

La noticia, comunicada ya al consejo pastoral de la parroquia el pasado 22 de abril, ha provocado tristeza entre los fieles, que hoy tienen previsto celebrar un Consejo Parroquial extraordinario para abordar la situación y para intentar plantear propuestas.

 

Actualmente la comunidad está integrada por tres religiosos, después de la muerte del padre Jaume Sidera el pasado mes de enero. Se trata de Dionisius Paskalis, Josep Villarúbies y Nemesi Solà, que ahora serán trasladados a otras comunidades.