El acto, que ya hace unos 20 años que se hace en Lleida, empezó con una lectura y un salmo cantado por el pastor Luciano, de la iglesia evangélica biblia abierta. Seguidamente, el padre Simón de la ortodoxa rumana leyó otra lectura y miembros de esta confesión cantaron un Salmo. A continuación, el pastor Juanjo, de la iglesia ebenezer, leyó la parábola del buen samaritano e hizo una reflexión. "Todos necesitamos al buen samaritano, que es Jesús, porque nosotros también somos los ladrones que herimos al prójimo y a los que tenemos alrededor y, por este motivo, necesitamos a Cristo y ser buenos samaritanos". Por parte de la iglesia bautista, algunos de sus fieles hicieron una representación teatral de un Salmo; el obispo de Lleida, Salvador Giménez, leyó una lectura; la delegada de ecumenismo y diálogo interreligioso del Obispado, Francesca Agustí (organizadora del acto), leyó unas plegarias y todos los asistentes rezaron el Padre Nuestro.

 

La plegaria finalizó con una reflexión del obispo Salvador, quien recordó la festividad de esta semana de la conversión de Santo Pau, "que tuvo lugar antes de la separación de las confesiones" y de Francesc de Sales, después de la separación. Añadió que "la Palabra del Señor nos da esperanza hasta el fin" y pidió que "las comunidades religiosas estén siempre escuchando la Palabra y celebrando a Cristo".