
Las Congregaciones y Cofradías de Lleida, se reunieron la tarde de este sábado 30 de marzo, en plena Cuaresma, y en las puertas de la Semana Santa, con el fin de celebrar un Vía Crucis conjunto, organizado por el Secretariado de Cofradías, Congregaciones y Hermandades de la diócesis. Esta iniciativa fue instituida por las cofradías leridanas en la Cuaresma de 2015, hace cinco años. Las cofradías se reunieron este año y por primera vez, en la iglesia de San Andrés de la calle Caballeros, que en julio de 2018 dejó sus funciones parroquiales para acoger desde entonces el Secretariado de Cofradías ya la cofradía del Cristo de la agonía, donde tiene su sede canónica. Sin embargo, el recinto religioso ha sido destinado a acoger una buena parte de los pasos que participan en la procesión del Dolores del Domingo de Ramos y que ya han sido trasladados e instalados en esta antigua iglesia parroquial.
El obispo Salvador, que no pudo asistir al Vía Crucis por tener que celebrar la Eucaristía en el santuario-parroquia de Santa Teresita con ocasión de su Visita Pastoral, quiso hacerse presente en Sant Andreu momentos antes de iniciar la acto y poder así saludar a los cofrades. Así, presenció la salida de las cofradías participantes con sus respectivos pendones, para dirigirse en procesión hasta la Catedral, descendiendo por la calle Caballeros y encarando la calle Mayor, subir por la calle Almudín Viejo hasta llegar a la puerta lateral de la Catedral, para entrar en el interior del templo e iniciar el ejercicio del Vía Crucis, acompañados por Mn. Vicente Alfonso, canónigo y consiliario de la cofradía del Cristo de la Agonía.
Las cofradías acompañaron este año, en esta manifestación pública de fe el Santo Cristo de la Cofradía de la Virgen de la Merced, portada por sus cofrades mercedarios con ocasión de los 800 años de la fundación de este orden religioso, con antigua y arraigada presencia en nuestra ciudad. Una pequeña representación de la Agrupación de Tambores y Bombos de la cofradía, abría la comitiva religiosa haciéndose paso por el Eje Comercial entre el bullicio, pero a la vez también el respeto por parte de la mucha gente que llenaba las calles. Finalizado el Vía Crucis y después de hacer la veneración de la Cruz, esta fue devuelta de nuevo a la iglesia de San Andrés en procesión, siguiendo el mismo itinerario.
Jordi Curcó.
