La Cofradía de Montserrat de Lleida, con ocasión del 140 cumpleaños de la fundación y el 75 de su restauración, dedicó el pasado 10 de septiembre una mesa redonda en homenaje y recuerdo de quién había sido  su consiliario Mn. Xavier Batiste, coincidiendo con el segundo cumpleaños de su traspaso.

 

El acto, que no se había podido celebrar antes por la pandemia, tuvo lugar en el Paraninfo de la Academia Mariana, respetando la capacidad máxima de 65 personas. participaron el monje P. Josep M. Mayol, el director de la Cofradía de la Virgen María de Montserrat y rector del Santuario; Josep Estruch, presidente de la Cofradía de Lleida; el teólogo Ramon Prat, la animadora de comunidad Conxita Pozas y Xavier Pelegrí, en representación del movimiento Vida Ascendente.

 

El primero en intervenir fue el P. Joan M. Mayol, recordando a Mn. Batiste como el alma de una de las grandes romerías a Montserrat, como es la de Lleida. Mayol, en unas sentidas palabras dijo: “Mn. Batiste ha amado y ha hecho querer la Iglesia y el País; ha querido y hecho querer la Virgen María, bajo sus advocaciones catalanas y ha amado a todo el mundo en Jesucristo y ha hecho querer particularmente a los jóvenes. Ha sido un hombre de mirada humilde y corazón generoso, de conversación provechosa, lejos de hacer cotilleo. Hombre de “sueños de despierto” que diría Ramon Llull; que ha comunicado, en el nombre de Jesús y de su madre Maria, ilusión y confianza. Ha querido a las personas en concreto y se ha hecho querer de todo el mundo que lo ha tratado”.

 

El monje calificó Mn. Batiste como “...un cura más allá de la sacristía”, y dijo de él que no era un marchante de espiritualidad o de buenista, con un lenguaje positivo: “...no creo que le preocupara mucho ocupar los primeros lugares”.

 

El director de la Cofradía de Lleida Josep Estruch, inició su intervención recordando los tres consiliarios ya traspasados que ha tenido la Cofradía durante estos 75 años. El primer Mn. Ramon Espasa, organizador de la primera Romería de la posguerra, iniciativa que marcó los cimientos de la restauración de la Cofradía: “Su fe montserratina fue totalmente remarcable y su predisposición a comienzos de la reanudación de la Cofradía, fundamental. Fue el alma de la cofradía, el promotor de la hoy multitudinaria celebración de la Virgen María de Montserrat en la catedral cada 27 de abril”. El segundo consiliario fue Mn. Marius Rodrigo, del cual dijo: “Dejó una fuerte huella. Su implicación representó la modernización de muchas costumbres, adecuándolas a las directrices emanadas del Concilio Vaticano II. Incorporó el boletín ‘El Matí’,
como diario de la romería a Montserrat, con unos editoriales memorables”.

 

A continuación se refirió a Mn. Xavier Batiste, recordando que fue nombrado consiliario de la Cofradía por el obispo Ramon Malla el 17 de julio de 1999: “Ha sido una figura fundamental, con su carácter siempre positivo, optimista, alentador y, sobre todo, con su esfuerzo y trabajo. Fue un hombre alegre, apacible y muy humano. Lo caracterizaba su tono pausado. En el decurso de los años fue un gran impulsor de la Cofradía. Las tres ideas fundamentales que mantuvo durante toda su vida fueron: la Iglesia, Cataluña y la Virgen María de Montserrat.”

 

Estruch mencionó dos importantes iniciativas de Mn. Batiste, como fue la creación de la Colonia Qumran para niños y niñas, que tenía lugar en Montserrat coincidiendo con la Romería. También, la reconversión del boletín “El Matí”, que ya ha llegado al número cien: “Fue un hombre de Montserrat en Lleida, amaba a la Moreneta con desmedida y Montserrat era para él un referente. No se perdía ninguna oportunidad para subir y siempre nos decía: Montserrat es nuestro Sinaí y, por lo tanto, hemos de tener en cuenta toda la riqueza artística, cultural, espiritual y litúrgica que nos aporta el Monasterio. Su talante, su bonhomía y su amor a la Patrona de Cataluña se nos ha encomendado a todos los que hemos estado a su lado”.

 

A continuación, intervino Mn. Ramon Prat que inició su intervención haciendo mención a “la risa luminosa de Mn. Batiste”. A la vez, lo recordó como un cura que transmitía comunión y sentido a la vida y a la fe: “Un hombre que caminó por la vida sin hacer ruido, pero que tenía dos carreras y publicó libros. Que no le alteraban los desprecios. Un hombre humilde pero a la vez de una gran sabiduría. Un presbítero que creyó en el laicado, con una gran ternura, caridad, gozo y paz, que fue para todos un buen pastor y testigo viviente del Magníficat de Maria”.

 

El expresidente de Vida Ascendente Xavier Pelegrí, lo recordó en su tarea de consiliario de este movimiento de jinete gran, agradeciendo su trabajo y apoyo: “Siempre estuvo con nosotros en todo el que hacía falta y nos ayudó mucho a todos. Era una persona extraordinaria, un hombre de fe...de mucha fe. Y por encima de todo, era un hombre bueno”.

 

La animadora de Comunidad Carmina Pozas, recordó los 30 años que con Mn. Batiste habían trabajado juntos en la Pastoral Familiar en el arciprestazgo del Baix Segre: “Mossén Xavier, era una persona buena, muy humana, un grande soñador, era incansable en su entrega y disponibilidad. Se hacía querer por todo el mundo, con él descubrimos la gratuidad del servicio, de la entrega, del perdón, de la amistad y sobre todo de, el amor de Jesús”.

 

El obispo Salvador intervino para cerrar el acto, agradeciendo a la Cofradía que haya querido recordar y homenajear a quién fue durante muchos años su consiliario: “A quien hay que agradecerle que librara su vida y su ministerio al servicio del pueblo de Dios”.

 

El acto tuvo un intermedio musicale a cargo de Joan Mas, antiguo monaguillo de Montserrat, que interpretó a la perfección temas ‘montserratins’ como “Moreneta”, o “Nigra Sun” entre otros, para cerrar con el canto del Virolai, que todo el mundo cantó puestos en pie. Jordi Curcó