Entre el 15 y el 17 de febrero se ha celebrado en Barcelona el Encuentro de Pastoral Familiar de la Compañía de Jesús en España, que ha reunido a más de 60 personas procedentes de aproximadamente de 20 poblaciones diferentes, con el título "Acompañando a los inicios de un camino de amor ".

Las jornadas, han contado, en la sesión del sábado por la tarde, con la participación del Cardenal Arzobispo de Barcelona, ​​Mons. Juan José Omella, en un diálogo que tuvo lugar en el Casal Loyola, en el centro de Barcelona. Mons. Omella inició su intervención indicando la relación de la espiritualidad ignaciana con la vida de familia, situándonos ante Dios en la vida cotidiana.

Destacó en su charla la importancia de la transmisión de la fe en la familia a través del testigo, sin exigir resultados ni perder la esperanza. Habló, citando la Amoris Laetitia del Papa Francisco, de la necesidad de reflexionar y discernir ante las diversas situaciones de las familias hoy, para dar respuestas adecuadas a cada situación. En esta línea, y refiriéndose especialmente a las situaciones de mayor fragilidad, ha remarcado la necesidad de escucha y acompañamiento.

Durante dos días, el encuentro ha permitido a los participantes poder compartir experiencias de pastoral familiar que se desarrollan en diferentes lugares de la provincia, y especialmente presentar la experiencia de CPM, que en Cataluña es una iniciativa muy arraigada. Se constató el reto que supone acoger parejas en nuestra sociedad post-cristiana, que se muestra a menudo desconfiada e incluso hostil ante la Iglesia, y más teniendo en cuenta los recientes escándalos por denuncias de abusos sexuales.

En este contexto, el consiliario de CPM, el sacerdote y teólogo Gaspar Mora, presentó esta experiencia, que forma parte de la misión de acogida y acompañamiento de aquellos que viven ajenos a la vida cotidiana de la Iglesia, a través del diálogo y el respeto.

Se constató también que la mayoría de personas que contraen matrimonio canónico se aleja de los mensajes más tradicionales. Se obtuvieron testigos de 3 parejas de matrimonios que pasaron por CPM y seguían vinculados a él. La madrugada del domingo concluyó en una sesión dedicada a "buenas prácticas" en la que conocemos las experiencias del Programa SEPAS de acompañamiento de procesos de ruptura de pareja, de CRISMHOM (Cristianos y cristianos de Madrid LGTBI) y el "Reloj de la familia ".

A la luz de lo que viví en estas jornadas, esta vocación de acogida y acompañamiento es necesaria para ampliar la toda la familia pastoral, incluyendo también las familias en situaciones difíciles y dolorosas, así como a las parejas homosexuales y LGBTI. Son retos a los que la pastoral familiar debe dar respuesta evangélica.