Después de la celebración de la fiesta litúrgica del Beato Francesc Castelló, celebrada en la iglesia de Sant Pere de Lleida la tarde del pasado 28 de septiembre, el Cementerio acogió a las 11 de la mañana del día de San Miquel y festivo en la ciudad, el homenaje a los Mártires de Lleida. La conmemoración coincidía a la vez con el 84 cumpleaños de la muerte del joven químico leridano el beato Francesc Castelló, ocurrida la madrugada del 29 de septiembre de 1936.

 

Se inició con la celebración de la Eucaristía a la capilla del mismo Cementerio, presidida por Mn. Gerard Soler, vicepostulador de la Causa de Canonización del Beato Francesc y concelebrada por Mn. Joan Ramon Ezquerra, director del Secretariado para las Causas de los Sants, Mn. Àngel Escales y el mercedario P. Vicente Zamora, con la asistencia de cerca de 50 personas, todas ellas con mascarilla y respetando las normas de prevención sanitaria por la Covid-19.

 

Mn. Gerard Soler en su homilía, destacó el hecho que todos los mártires de Lleida dieron fervoroso testimonio de su fe y no tuvieron miedo de morir por Dios y los hermanos: "...y murieron perdonando. Imitémoslos y no tengamos miedo, seamos valientes de seguir a Jesús".

 

Acabada la celebración, en la que también se rezó por los enfermos por la pandemia y por los que han traspasado, los celebrantes y todos los asistentes se trasladaron en procesión, rezando parte del Rosario hasta la fosa común donde reposan los restos de 211 mártires leridanos, de los cuales 42 han sido beatificados.

 

El primero fue Francesc Castelló, beatificado el 11 de marzo de 2001 a Roma. Le siguieron otros 16 beatos encabezados por el obispo mártir Salve Huix, beatificados el 13 de octubre de 2013, a Tarragona. También reposan los restos de los 26 últimos beatificados el 21 de octubre de 2017 en la Sagrada Familia de Barcelona, todos ellos religiosos claretianos El resto, 169 (138 sacerdotes, 1 seminarista y 30 laicos) se encuentran en proceso de beatificación iniciado en 2006.

 

Ante la dos placas conmemorativas de estos beatos y mártires, se hicieron varias plegarias y una ofrenda floral. En unas breves palabras, el Mercedario P. Vicente Zamora destacó que todos ellos fueron fuertes y valientes ante los tiempos duros de persecución religiosa que  les tocó vivir,  dando la vida sin miedo. Y el claretiano P. Josep Vilarrubias se refirió a la fosa común destacando su importancia para Lleida y su diócesis: "Este lugar es un gran relicario y un signo de unidad de los cristianos de Lleida con todos aquellos sacerdotes, religiosos y laicos que dieron la vida por Cristo y los hermanos".

 

El acto de homenaje a los Mártires de Lleida, sencillo pero a la vez intenso, cerró cuando eran casi las 12 en punto del mediodía y Hora del Àngelus, con el canto de la Salvo Regina, invocando a Maria Reina como Reina de los Mártires.

 

Jordi Curcó