El pasado día 27 de febrero nos reunimos con el Obispo Salvador las personas que participamos en el Congreso de laicos de la diócesis de Lleida. Fue un momento para evaluar el congreso y para reflexionar que nos aportó a cada cual de nosotros. Todos y todas explicamos que fue una experiencia muy gratificante de la pluralidad de la Iglesia y que pudimos compartir con otras muchas sensibilidades.

 

En  conjunto estuvo muy bien y nos llegó al corazón. Nos dio esperanza para dar a conocer a Jesús a las personas que tenemos a nuestro lado.

 

Nos preguntamos qué hacemos a partir de ahora y aparecieron dos cuestiones muy claras. Por un lado, que en los lugares donde estamos trabajando tenemos que dar a conocer lo que vivimos y, por otra, que tenemos que empezar a practicar la sinodalidad. Por este motivo sería bueno de animar a todas las personas que nosotros tenemos a nuestro alrededor a participar en la Asamblea Diocesana de Lleida que se celebrará en el mes de mayo.

 

Este será un momento privilegiado para compartir con el Obispo, los presbíteros, los religiosos y los laicos y entre todos y todas, para divisar un nuevo plan de pastoral que sea alentador y ilusionante por todos y todas.

 

Manolo Díaz.

 

Delegado de Apostolado Seglar del Obispado de Lleida.