El sacerdote guineano Norberto Blas Sepahoco Riquito se ha incorporado recientmente a la Diócesis de Lleida como resultado de un acuerdo con el obispado de Malabo, según el cual pasará una larga temporada aquí, contribuyendo a compensar la falta de sacerdotes y de nuevas vocaciones. Sepahoco tiene 50 años, nació en Baney Rebola (Guinea Ecuatorial), e inicialmente dará apoyo a mosén Lucas Evung en las parroquias de Artesa de Lleida, Puigverd, Castelldans, l'Albagés, Aspa y el Cogul. También está previsto que colabore con la Unidad Pastoral del Pilar-Santa Maria Magdalena, con mosén Carles Sanmartín.

La llegada de sacerdotes de otros países no es una novedad y, de hecho, ya hace años que se tienen convenios con otras diócesis para que curas de estos obispados vengan a reforzar la actividad religiosa en Lleida. Es el caso de Cali, en Colombia, que permite que cinco curas da allá estén haciendo su labor en parroquias de aquí, com pasa también con la diócesis rumana de Iasi.

La diócesis de Lleida cuenta actualmente con un único seminarista, el joven Joshua Enrique Carrillo, una situación mejor a la de hace tres años, cuando no había ninguno. En una reciente entrevista a la emisora UA1 Lleida Ràdio, el obispo Salvador explicó que "aunque estamos intentando atraer gente joven a esta vida, nos está costando", y explicó que incorporar sacerdotes procedentes de otros países es un recurso que ayuda a poder mantener la 'actividad en todas las parròquies.