|03-10-24| Un año después de la recrudescencia del conflicto a Tierra Santa entre Israel y Palestina, el Papa ha anunciado una jornada de oración, ayuno y penitencia por la paz en el mundo el 7 de octubre próximo. Así lo ha anunciado durante la misa de apertura de la XVI Asamblea General del Sínodo de los Obispos.

 
Ha sido un anuncio por sorpresa al final de la homilía: "Tenemos que dirigir la mirada en el mundo. Es necesario mientras los fuegos de la guerra continúan asolando pueblos y naciones. El el próximo domingo iré a la basílica de Santa Maria la Mayor para rezar el Rosario y dirigir una súplica a la Virgen María. También os pido que me acompañéis en esta ocasión. El día siguiente, 7 de octubre, os invito a vivir una jornada de oración y ayuno por la paz en el mundo."
 
En la homilía, Francisco ha recordado que el Sínodo "no es una asamblea parlamentaria, sino un lugar de escucha en comunión". En concreto, el deseo del Papa es que "tengamos cura de no convertir nuestras aportaciones en puntos a defender o agendas a imponer, sino que las ofrecemos como dones a compartir, dispuestos incluso a sacrificar en los aspectos particulares, si esto puede servir para que juntos vivamos algo nueva según el designio de Dios".
 
En caso contrario, "acabaremos cerrándonos en diálogos entre sordos, donde cada cual mira 'de barrer hacia casa' sin escuchar los otros y, sobre todo, sin escuchar la voz del Señor. Las soluciones a los problemas que hay que afrontar no son nuestros, sino Suyas", ha remarcado el Pontífice.
 
Finalmente, dirigiéndose a todos los miembros que participan en los trabajos de la asamblea sinodal los ha recordado que "todos se sentirán libras de expresarse más espontáneamente y libremente si perciben a su alrededor la presencia de amigos que los quieren, los respetan, aprecian y desean escuchar lo que tienen que decir".