|27-10-25| La parroquia del barrio de Balàfia de Lleida ha celebrado, como cada 24 de octubre, su fiesta patronal en honor a san Antonio M. Claret. Este año ha sido presidida por el obispo Daniel, quien por primera vez ha tenido contacto con los feligreses de esta parroquia. Le han acompañado en el altar el párroco, Mn. Víctor Martínez, y el diácono Plàcid Burgués. Por razones pastorales no ha sido posible la presencia de los claretianos que hasta el año pasado atendían la parroquia, pero han estado presentes mediante la felicitación que el P. Josep Vilarrubias hizo llegar a Mn. Víctor para que la transmitiera a todos los feligreses que se habían reunido para celebrar la fiesta de su patrón. El obispo Daniel se ha mostrado contento de estar allí y ha expresado su agradecimiento por haber sido invitado.

 

Recordando la figura del misionero P. Claret, el obispo ha destacado que todos los cristianos son misioneros, porque la alegría de haber conocido a Jesús y su mensaje no puede quedar escondida, sino que debe compartirse para que todos conozcan que Dios está dentro de cada uno. Y ha recordado que la alegría no depende del éxito, ya que, independientemente de las dificultades en la evangelización, la alegría de Jesús reside en lo más profundo de cada persona y nace del encuentro con Él. En referencia al Evangelio, “La cosecha es abundante, pero los obreros son pocos”, ha animado a todos a ser optimistas, puesto que todos los bautizados son obreros, son misioneros. Asimismo, ha dicho que la misión debe llevarse a cabo formando comunidad, lo que implica la participación de todos en la vida parroquial. Ha tenido también un recuerdo y un agradecimiento a los claretianos que durante tanto tiempo han trabajado pastoralmente en esta parroquia.

 

Al terminar la eucaristía, la gente se reunió en el vestíbulo del templo para comer un poco de coca, charlar y poder conversar con el obispo Daniel, quien parecía encontrarse muy a gusto entre los feligreses presentes.

 

Texto y foto: Conxita López Torres