|18-03-24| Unas 300 personas participaron el domingo 17 de marzo en una procesión en El Cogul detrás del San Cristo para conmemorar el centenario de la procesión religiosa que se hizo en marzo del 1924 para pedir que se acabara la sequía que en aquellos momentos afectaba la comarca. Entonces, según explica la tradición, antes de acabar el recorrido empezaron a caer las primeras gotas. Igual que hace cien años, hoy la sequía también es protagonista en toda Catalunya, mientras que en El Cogul más de un participante en la marcha recordaba que su tierra es de secano y, desgraciadamente, saben mucho de lo que significa la falta de agua. La procesión contó con la música de la coral del L'Olivera de Castelldans y cantores de l'Albagés y atrajo personas que hacía décadas que se habían ido de El Cogul, pero que no quisieron faltar a la cita con el San Cristo, que un relato popular afirma que está hecho con la madera del mismo árbol que las figuras del San Cristo de Gracia de la Granadella y el Sant Crist de Balaguer.

 
El obispo Salvador no se quiso perder el inicio del acto y afirmó que "los creyentes estamos en la obligación de pedir por el agua, la paz o las enfermedades". En aquel momento, representantes de diferentes localidades de la comarca adornaron con cintas con su nombre la cruz para empezar un recorrido por el pueblo. El ambiente de la marcha combinaba el acto religioso y la fiesta de reunirse centenares de personas con un mismo objetivo hasta que llegaron a la zona conocida popularmente como la punta del pueblo. El rector de la parroquia, José Jesús Gómez Ospina, se dirigió al público diciendo que "una rogativa no es una curiosidad, ni folclore ni superstición". Recordó que los creyentes están seguros de que "Dios nos escucha" y pidió que "haga caer la lluvia sobre buenos y malos" y "que caiga el cielo sobre la tierra árida". Unas palabras con las cuales se retomó la marcha para devolver el San Cristo a la iglesia.

 

Texto: SEGRE

Foto: Jorge Agustín