
[10-10-25] La Exhortación Apostólica Dilexi te “Te he amado” (Ap 3,9) sobre el amor hacia los pobres fue firmada por el Papa León el 4 de octubre de 2025, fiesta de San Francisco de Asís, y publicada este 9 de octubre.
“Habiendo recibido como herencia este proyecto, me alegra hacerlo mío —añadiendo algunas reflexiones— y proponerlo al comienzo de mi pontificado, compartiendo el deseo de mi amado predecesor de que todos los cristianos puedan percibir la fuerte conexión que existe entre el amor de Cristo y su llamada a acercarnos a los pobres. De hecho, también yo considero necesario insistir sobre este camino de santificación, porque en el «llamado a reconocerlo en los pobres y sufrientes se revela el mismo corazón de Cristo, sus sentimientos y opciones más profundas, con las cuales todo santo intenta configurarse»”, escribe el Papa León XIV (DT 3).
En la Exhortación Apostólica Dilexi te, el Santo Padre remarca “estoy convencido de que la opción preferencial por los pobres genera una renovación extraordinaria tanto en la Iglesia como en la sociedad, cuando somos capaces de liberarnos de la autorreferencialidad y conseguimos escuchar su grito” (DT 7), pero advierte que, esta “preferencia” no indica nunca un exclusivismo o una discriminación hacia otros grupos, que en Dios serían imposibles; esta desea subrayar la acción de Dios que se compadece ante la pobreza y la debilidad de toda la humanidad y, queriendo inaugurar un Reino de justicia, fraternidad y solidaridad, se preocupa particularmente de aquellos que son discriminados y oprimidos, pidiéndonos también a nosotros, su Iglesia, una opción firme y radical en favor de los más débiles” (DT 16).
Dilexi te subraya también la importancia de ser “una Iglesia para los pobres” y advierte que “no estamos en el horizonte de la beneficencia, sino de la Revelación” (DT 5). En esta línea, el documento presenta “numerosas páginas del Antiguo Testamento en las que Dios es presentado como amigo y liberador de los pobres… «El corazón de Dios tiene un sitio preferencial para los pobres […]. Todo el camino de nuestra redención está signado por los pobres»” (DT 17).
El Santo Padre remarca, asimismo, que “el cristiano no puede considerar a los pobres sólo como un problema social: estos son una ‘cuestión familiar’. Son ‘de los nuestros’. Nuestra relación con ellos no se puede reducir a una actividad o a una oficina de la Iglesia” (DT 104) y recuerda la enseñanza de San Juan Pablo II para reflexionar “en el rol activo de los pobres en la renovación de la Iglesia y de la sociedad, dejando atrás el paternalismo de la mera asistencia de sus necesidades inmediatas” (DT 87).
Además, Dilexi te explica que “los más pobres no son meros objetos de compasión, sino maestros del Evangelio. No se trata de ‘llevarles a Dios’, sino de encontrarlo entre ellos” (DT 79) porque “si es verdad que los pobres son sostenidos por quienes tienen medios económicos, también se puede afirmar con certeza lo contrario. Esta es una sorprendente experiencia corroborada por la misma tradición cristiana y que se vuelve un verdadero punto de inflexión en nuestra vida personal, cuando caemos en la cuenta de que justamente los pobres son quienes nos evangelizan” (DT 109).