
|27-10-25| El sábado 25 de octubre, Montserrat fue el escenario de la celebración del «Milenario Joven», un encuentro multitudinario de jóvenes procedentes de todas las diócesis con sede en Cataluña y de las Islas Baleares, que reunió a más de 800 participantes, una veintena de ellos del Obispado de Lleida, para celebrar la fe y la fraternidad. El acto, impulsado por los obispos de la Conferencia Episcopal Tarraconense y las delegaciones de pastoral juvenil de todo el territorio, y acogido por la comunidad benedictina de Montserrat, se enmarcó dentro de los actos conmemorativos del Milenario del monasterio.
Una jornada de fe y convivencia
Del Obispado de Lleida participaron una veintena de jóvenes, acompañados por los sacerdotes Manel Mercadé y Xavier Navarro, y por el obispo Daniel Palau, quien subió a pie hasta el santuario como signo de peregrinación y cercanía con los jóvenes. Algunos de los asistentes lleidatans explicaron que disfrutaron mucho de la jornada, que la caminata fue muy bonita y que se sintieron bien acompañados durante todo el día. También destacaron que la bienvenida en el santuario fue muy agradable y divertida, con música y un ambiente festivo que les hizo sentirse parte de una gran comunidad.
La celebración comenzó a las 11:00 h de la mañana frente al claustro gótico con una acogida musical y el testimonio de fe de algunos jóvenes. Durante toda la mañana, en las plazas de la Abadía, varios confesores estuvieron disponibles para ofrecer el sacramento de la reconciliación. Todo ello se convirtió en un punto de encuentro espiritual y comunitario para los jóvenes, que fomentaron un ambiente de fraternidad y alegría. Respondiendo a la invitación del Papa León XIV a vivir como peregrinos de esperanza, el encuentro se inspiró en el lema del milenario de Montserrat y sus valores —Ora, Lege, Labora, Rege te Ipsum, In Communitate—, poniendo a María como guía segura en el camino hacia Cristo.
A las 12:30 h, en la Basílica de Santa María, la procesión abrió la celebración eucarística presidida por el arzobispo de Tarragona, Mons. Joan Planellas. Concelebraron casi todos los obispos de las diócesis con sede en Cataluña y las Islas, el cardenal Américo Alves, obispo auxiliar de Setúbal (Portugal) y presidente de la Fundación JMJ Lisboa 2023, y el P. Manel Gasch i Hurios, abad de Montserrat.
Durante la celebración, el arzobispo de Tarragona subrayó la importancia de responder a la llamada de Dios en la vida cotidiana, recordando las palabras de la carta pastoral de los obispos dirigida a los jóvenes con motivo del acto: “Joven, escucha tu corazón, escucha la voz de Dios que te ama y te llama a vivir la aventura de ser realmente tú mismo.” La eucaristía se vivió en consonancia con el espíritu de toda la jornada: participativa, viva y llena de música, con una homilía que el cardenal Alves adaptó especialmente para los jóvenes que llenaban la basílica.
Próxima parada: Seúl 2027
“El papa Francisco decía que los jóvenes no son el futuro de la Iglesia, sino el ‘hoy’ de Dios, el presente vivo de la Iglesia”, recordó el cardenal portugués, agradeciendo la presencia y el entusiasmo de los jóvenes que formaron parte de este Milenario Joven. El cardenal Alves rememoró también la JMJ de Lisboa —“la mejor de siempre para el papa Francisco”— y afirmó que “después de Lisboa, el camino continúa: hoy desde Montserrat y, en 2027, hacia Seúl.
El papa León XIV ha repetido en numerosas ocasiones que debéis tener valor para peregrinar hasta Seúl: os invito a ir, no tengáis miedo.” El cardenal agradeció públicamente que la colecta de la Misa se enviara íntegramente a Gaza, como gesto de solidaridad, y concluyó su intervención con una frase en catalán que provocó los aplausos de los jóvenes: “Maria camina con nosotros hacia Seúl 2027. Tened valor: Jesús ha vencido la muerte.” Al finalizar el acto litúrgico, muchos de los jóvenes quisieron venerar a la Moreneta, símbolo central del encuentro, antes de compartir un almuerzo fraternal en la Abadía.
Solidaridad y compromiso
Además de la celebración de la fe, la jornada interdiocesana de jóvenes tuvo un claro componente solidario, con la colecta destinada a la comunidad cristiana de Gaza, en señal de fraternidad con quienes viven el sufrimiento en Tierra Santa. Las aportaciones se pudieron realizar presencialmente y también a través de Bizum al 02799.
Celebración eucarística
