
|05-05-25| Un año más, la Pastoral Obrera de Lleida organizó una Eucaristía para celebrar el Primero de Mayo, Día del Trabajo. En esta ocasión, tuvo lugar en la Parroquia Sant Antoni Maria Claret, de Balàfia. Como en los últimos años, se contó con la presencia de Mons. Salvador Giménez Valls, obispo diocesano, quién la presidió. El manifiesto de la Pastoral Obrera de Catalunya, en esta ocasión, lleva por título «La economía sumergida no contribuye al bien común» y reflexiona sobre las situaciones de precariedad que provoca el trabajo irregular y los perjuicios sociales que causa el hecho de que estos trabajos no contribuyan a las cotizaciones ni a los impuestos.