Càritas Catalunya ha presentado hoy desde Lleida la Memoria de la entidad, que ha puesto de manifiesto que durante el año 2022 se han atendido a 249.182 personas en Catalunya, cifra que significa un 5% más que en el año anterior. El obispo Salvador, que ejercía de anfitrión de la reunión, ha presentado estos datos como un ejercicio responsable de transparencia y rendición de cuentas. A pesar de que el hecho de llegar a más gente parece que tenga que ser un balance positivo, el obispo ha invitado a la reflexión en el sentido que "estas cifras ingente nos tendrían que alarmar más que satisfacer, y nos deberían hacer tener la esperanza de reducirlas en el futuro para que hayai menos gente que necesite el apoyo de Càritas".

 

El director de Càritas Diocesana de Lleida, Rafael Allepuz, ha expuesto una serie de datos, com el que indica que el riesgo de pobreza y exclusión en Catalunya afecta a un 25% de la población, que es el resultado "de quince años de acumulación de crisis, que han afectado de manera más intensa a las personas más vulnerables".

Por su parte, Pilar Ribas, representante del Grup de Treball d'Anàlisi Social de Càritas Catalunya ha destacado tres aspectos de la acción de Càritas durante el 2022: la recuperación de la normalidad de los proyectos después de la pandemia; el aumento de las ayudas económicas a personas y familias como consecuencia del incremente de la inflación; y el refuerzo de las actividades para combatir la brecha digital. Francesc Arnàez también ha expuesto datos preocupantes, como que el 55% de hogares no pueden llevar una alimentación adecuada y que el 80% han dejado de comprar alimentos frescos, o que el 18% de hogares está en situación de amenaza de expulsión de la vivienda.