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Cerca de vosotros (Obispo Salvador)
Producció
Fecha publicación: 
Vie, 05/15/2020

Queridos diocesanos:

 

Ya no sorprende a nadie la información sobre la suspensión o el aplazamiento de un evento por causa del COVID-19. Ha ocurrido con fiestas, con reuniones, con conciertos, con viajes y con celebraciones. Lo hemos lamentado pero lo hemos aceptado con buen espíritu.

 

Hoy deseo comunicar que la Asamblea Diocesana, prevista desde hace un año para el próximo sábado, día 23 de mayo, queda aplazada para su celebración al primer trimestre del curso próximo. Anunciaremos con antelación la fecha concreta.

 

Muchos de vosotros conocéis el desarrollo de esta magna reunión que congrega a más de doscientas personas que representan a las parroquias, movimientos apostólicos, delegaciones de pastoral. Son sacerdotes, diáconos, religiosos, laicos que, junto al obispo diocesano, escuchan, hablan y diseñan los puntos más importantes de la tarea pastoral. Algunos habéis participado y habéis manifestado alegría y satisfacción por esta experiencia eclesial. Seguramente hay personas que todavía desconocen este acontecimiento a pesar de haberlo celebrado ininterrumpidamente durante los últimos veinte años; lo resumo en estas pocas líneas.

 

La vida ordinaria del cristiano se circunscribe a la parroquia o al movimiento apostólico donde aprende, celebra y comparte el amor de Dios manifestado en la persona de Jesucristo. En ese ámbito escucha la Palabra de Dios, hace la plegaria, celebra los sacramentos y comparte los sentimientos, fundados en la caridad, con todos los demás a quienes considera hermanos.

 

La diócesis es un determinado territorio donde vive la familia de los bautizados bajo la orientación y responsabilidad del obispo, nombrado por el Papa, que cuida esa porción del Pueblo de Dios. La llamamos también Iglesia particular que, junto al resto de diócesis con sus respectivos obispos, formamos la Iglesia Católica a cuyo frente está el Romano Pontífice.

 

Cada diócesis cuenta con una historia determinada; con unas costumbres y unas fiestas singulares, con unas acciones realizadas por sus miembros en cumplimiento de los aspectos fundamentales de la fe que profesan. Eso es indiscutible y muestra la unidad de todos con independencia del lugar de nacimiento o de la cultura transmitida. Al mismo tiempo cada diócesis tiene sus propias características, conocidas y hechas realidad por todos sus miembros que las   sienten como propias y manifiestan el cariño y la colaboración con la institución.

 

En el caso de nuestra diócesis se invita a todos a participar en la aportación de ideas, en la realización de actividades y en la propuesta de iniciativas que hagan más coherente y creíble el mensaje de Jesús en cada época de la historia. Habitualmente cristaliza todo esto en una Asamblea a finales de curso como conclusión y evaluación de las acciones que se dieron a conocer al principio en la llamada fiesta del envío. Se busca con esto la cohesión de la comunidad diocesana y la ayuda que podemos compartir todos. Suele haber una ponencia que ilumina el trabajo del día y una serie de grupos de reflexión que aportan al conjunto sus impresiones y sus iniciativas.

 

Es también el lugar y el momento adecuado para estudiar y aprobar el Plan Pastoral Diocesano que han preparado con anterioridad los Consejos de Presbiterio y de Pastoral. Ahora mismo llevamos un año trabajando sobre un esquema que se envió el verano pasado y que, en las últimas semanas, se ha visto alterado por la experiencia terrible del confinamiento. Pretendemos añadir las aportaciones que, en este sentido, nos acerquen a la realidad vivida.

 

Con mi bendición y afecto.                                       

 

+Salvador Giménez, obispo de Lleida.