El domingo 20 de octubre, la parroquia Claret de Lleida ha felicitado el claretiano Padre Jaume Sidera en su noventa cumpleaños y le ha deseado muchos más años de vida, él lo ha agradecido puntualizando que, dado la edad que tiene, no se puede pedir muchos años de vida, pero que sí es oportuno pedir “buenos años de vida”. La felicitación ha tenido lugar durante la Eucaristía del mediodía en la comunidad parroquial de Sant Antoni M. Claret, donde colabora pastoralmente desde hace 25 años. Lo han acompañado los otros tres claretianos de la comunidad leridana: PP. Nemesi Solà, Josep Vilarrubias y Dion Paskalis; el hermano claretiano Josep Codina, el diácono diocesano Plácido Burgués y un buen número de feligreses.

 

Olga Garrofé, secretaria del Consejo Parroquial, le ha dirigido unas palabras de felicitación en representación de la parroquia. Después de situar la figura del P. Jaume con algunos datos biográficos, ha destacado su carácter sencillo, apacible y proverbial que lo hace próximo y transmite paz. Ha dicho que es un sabio cristiano y catalán, recordando que en 1979 tradujo el Nuevo Testamento directamente del griego al catalán, traducción que en 2018 ha llegado a la  22ª edición, con las correspondientes actualizaciones cada 5 años. Así mismo, ha hecho énfasis en que es una suerte que esté en la parroquia del barrio de Balàfia, donde todo el mundo que quiere puede disfrutar de sus conocimientos bíblicos en los cursillos de Biblia que imparte semanalmente en los locales parroquiales, así como de las homilías colgadas en el web de la parroquia, la plegaria de la Lectio Divina en los tiempos fuertes litúrgicos, etc. A los elogios de Olga, el Padre Jaume ha hecho suyas las palabras que el obispo Morgades y Gili dijo con motivo de la inauguración de la restauración del monasterio de Ripoll, cuando Mn. Cinto Verdaguer le cantó las mil maravillas: “No es verdad, pero me gusta”.

 

En la homilía el P. Jaume, aprovechando la ocasión de la Jornada del DOMUND que se ha celebrado este domingo, y del carácter que tiene de evangelización por todas partes, ha invitado todo el mundo a ser misionero y llevar el Evangelio a su propio ambiente, en el seno de la familia como lo hicieron la madrina Lois y la madre Eunice a Timoteo, según se puede leer en las cartas de san Pablo.

 

Al acabar la celebración un joven se ha acercado al altar llevándole un pastel, con las velas correspondientes, a la vez que todo el mundo lo ha felicitado cantando “muchas felicidades”. Él ha soplado las velas y ha agradecido las muestras de estimación y palabras de felicitación. Estas muestras han continuado al vestíbulo del templo donde se le ha podido felicitar personalmente, mientras los asistentes a la Eucaristía han comido un trozo de pastel, de los muchos que han elaborado para la ocasión algunas feligresas de la parroquia. Dado que ha sobrado, algunas personas se han llevado un pedazo para los familiares mayores que hoy, a causa de la lluvia, no han podido ir a la iglesia.

 

Conxita López Torres.