14 de febrero. El enamoramiento que nos transforma.

El catorce de febrero, celebramos el día de los enamorados. La conmemoración tenía lugar en el colegio Dominiques de Lleida, dentro del Proyecto Docente de Bachillerato, este año 2012-2013, dedicado al estudio de Latino América.

Este día de los enamorados, una de las celebraciones más plenas, de las muchas que han pasado a lo largo de mi vida. Hay que decir, que el enamoramiento nos va transformando y abriendo hacia los demás, dotándonos de una capacidad más fuerte y amplia para el amor. En este caso, el amor que es manifestado y expresado como caritas. El mismo, que Jesús realizó hasta sus últimas consecuencias.

El testimonio no podía ser mejor: disfrutamos, aprendimos y nos admiramos al conocer y volver a escuchar la experiencia de misión de Rafael de Sivatte S.j.

, residente, desde hace más de dos décadas en El Salvador, pequeño país centroamericano. Pero, sobre todo, ahora que intento expresar mis impresiones, diré que además de gozar, conocer y percibir, nos sensibilizamos con la experiencia narrada y con el modo y los gestos de su transmisión. Sin duda, el testimonio llega a nuestras conciencias, cuando es transmitido desde el corazón.

Seguramente, la mayoría de la comunidad cristiana de Lleida, sabe de la opción misionera, tomada por nuestro hermano. Año tras año, los más cercanos, organizados en el proyecto “Construyendo Sueños”, vienen enriqueciéndose en el conocimiento y apertura de la solidaridad practicada por un representante de la Diócesis de Lleida, en aquellas latitudes de la geografía periférica de este mundo global en el que habitamos todos.

El padre Sivatte, como es llamado por sus hermanos salvadoreños, a conseguido realizar una labor inconmensurable, a lo largo de veinte años, ha posibilitado, con la solidaridad de los lleidatans, que sesenta jóvenes sin posibilidades materiales reales, tuviesen acceso a estudios, veinte de ellos a nivel universitarios y otros tantos a nivel técnico. Pero claro, para medir este hecho, es necesario ser concientes de la realidad de un país empobrecido por las relaciones económicas injustas a nivel mundial, explotado en ocasiones por las clases sociales dominantes, hundido psicológicamente y arrasado por una guerra declarada de más de una década, en la que desaparecieron mas de 75.000 personas y provocó el exilio de un millón, por decir unas cifras conservadoras.

En medio de ese paisaje, descrito brevemente, se hace una luz, que aflora del enamoramiento, que expresado de otra manera, es una luz que emerge del amor a los pobres y que se apoya en la escucha, respeto y servicio atento, para con los que menos posibilidades de ser tienen.

¡Animo! a conocer el proyecto, a dejarse tocar por el amor solidario hacia los países oprimidos, y sobre todo a sostener y consolidar con nuestra colaboración, una experiencia que ya da frutos. Invito, entonces, a participar en la celebración de despedida misionera del padre Rafael, este 22 de febrero en la Iglesia San Ignasi de LLeida, a las 20:00 horas. Con toda seguridad, será una fiesta en la que volveremos a sentir de cerca la solidaridad, la disponibilidad misionera, el compromiso cristiano, en pocas palabras, el enamoramiento que transforma nuestro mundo y que florece de caritas.

 

Napoleón Guerrero