Nacido en Vilaller el 31 de agosto de 1911, fue ordenado sacerdote el 15 de junio de 1935, siendo nombrado, seguidamente, Vicario de Juncosa de les Garrigues, donde se encontraba en julio de 1936.

Al iniciarse la persecución religiosa se refugió en el mismo pueblo en casa de un ferviente católico donde permaneció sin ser molestado hasta el 16 de agosto; ese día llegó una camioneta con catorce milicianos de pueblos vecinos que le detuvieron y se lo llevaron carretera adelante. Al llegar a la vista de la Pobla de Cèrvoles le hicieron bajar y le dieron muerte. Murió con el Crucifijo en las manos y perdonando a los que le mataban. Solamente hacía un año de su ordenación sacerdotal y aún no había cumplido los 25 años.

Su cadáver abandonado en la carretera, fue recuperado y enterrado en el cementerio de la Pobla de Cèrvoles.