Todo fue como estaba previsto. Fuimos once personas: dos laicas, ocho sacerdotes y el Sr. Obispo, Mons. Joan Piris. En algunos momentos se nos añadió el P. Lucas con un connacional suyo, sacerdote incardinado en Terrass. El motivo del viaje era acompañar Mons. Xavier Salinas, en su toma de posesión como nuevo Obispo de Mallorca. Recordemos que Mons. Salinas estuvo

un año y medio entre nosotros como Administrador Apostólico del Obispado de Lleida, cuando Mons. Ciuraneta tuvo que renunciar por enfermedad. Llegamos a Mallorca a la hora de la comida del viernes, 11. Fuimos hospedados en una Casa de Espiritualidad, en la montaña, con una vista espectacular sobre el mar y la bahía de Mallorca.

Las religiosas nos trataron maravillosamente. La tarde del viernes pudimos ver dos monumentos de Mallorca.

Primeramente nos trasladamos al santuario de la Patrona de Mallorca, la Mare de Déu del Lluc, en uno de los lugares más altos de la isla. Allí celebramos la Eucaristía.

Agradecemos la acogida y las explicaciones de Toni Vallespí, religioso de "los Sagrados Corazones", que cuidan del Santuario.

Al volver a Mallorca, tuvimos la suerte de que la Catedral estaba abierta y totalmente iluminada, mientras hacían los preparativos para la ceremonia del sábado. Pudimos así contemplar con detenimiento la perla de Mallorca, que se refleja en el mar. Una maravilla en todos los sentidos.

La toma de posesión del nuevo Obispo, Xavier Salinas, fue el sábado a las 11'30 de la mañana. La catedral, que lucía todo su arte y su claridad, estaba llena a rebosar.

Unos 300 sacerdotes (60 de Tortosa), 24 obispos y multitud de fieles. Estaban presentes las autoridades locales y autonómicas de las Islas. También Àngel Ros, Alcalde de Lleida.

La ceremonia, muy bien realizada en todos los aspectos, ligera (aunque duró dos horas). Estuvo presidida en los primeros momentos por el Nuncio Mons. Renzo Fratini que, después de presentar el nuevo Obispo y hacer leer el nombramiento del mismo, hecho por el Santo Padre Benedicto XVI, le dio el báculo, signo de la dignidad y misión episcopal-como "pastor" de la Diócesis-, y le cedió el asiento -la cátedra- desde la cual, y como obispo de Mallorca, presidió toda la celebración eucarística.

Como es costumbre, al final de la celebración, todo el mundo pudo saludar al nuevo pastor, Xavier Salinas.

Queremos dejar constancia de que, en estos momentos, cuando pasamos los de Llleida, nos dio a cada uno de nosotros un abrazo muy fuerte, visiblemente emocionado, agradeciendo así que nos hubiéramos querido hacer presentes.

Todos rogamos porque Dios le conceda ser un buen pastor de Mallorca, a imagen del Buen Pastor, Jesucristo.

Y esto será también para él el motivo más grande de su alegría.