Hace pocos días, a finales de junio, ha tenido lugar la 29 ª Peregrinación diocesana a Lourdes organizada por Hospitalidad. Un año más hemos tenido el placer de vivir una intensa experiencia de fraternidad diocesana, en la gran familia hospitalaria abierta a todos. Como muestra del espíritu que reina en esta nuestra y vuestra familia, queremos ofrecer las

impresiones de componentes de la peregrinación de este año, impresiones que queremos que, además de muestra de esta fraternidad de la que, una vez más, hemos podido disfrutar, sean una invitación abierta a todos a participar en las actividades de la Hospitalidad de la Virgen de Lourdes.

Joan Plana, apoyado por su hija Lourdes Plana, participante por primera vez en la Peregrinación, nos dice:

"Anteriormente había visitado Lourdes con carácter privado, movido por la devoción a la Virgen María que heredé de mis padres, pero nunca había participado en ninguna peregrinación. En el futuro, si es posible, mi voluntad es repetirla, porque ha sido una magnífica y reconfortante experiencia. El ambiente general y una afortunada compañía me han hecho pensar en un libro titulado "del Yo al Nosotros", escrito por el psicoanalista Fritz Kunkel, que concluye diciendo: "El Nosotros nos lleva a Dios", y así lo he visto en Lourdes.

El clima de hermandad que hemos respirado en todos los actos y que se observaba en los asistentes de todas las etnias de la Tierra, sin duda promovido por nuestra Santa Madre, la Virgen, nos hacía sentir Comunidad, miembros de una única familia, en íntima comunión con Dios. Nos hemos sentido Iglesia al lado de los sacerdotes y de nuestro Obispo, en todas sus emotivas intervenciones, y también con los compañeros, jóvenes y mayores, siempre propicios a la ayuda y de los que quisiera recordar el nombre como recuerdo a Carmen, Pilar, la señora Tarragona, o mi compañero de clase en el IREL, lleno de vitalidad.

Este es el valor del "nosotros", que los peregrinos de esta tierra hemos vivido en Lourdes. Debemos conservarlo porque Cristo-Redentor nos dio una oración: El Padrenuestro, no padre mío, sino el padre de todos, y nos exhortó a ser uno, con Él como lo son Él y el Padre y, a la vez, nos mandó que nos amáramos los unos a los otros, como Él nos ha amado".

Desde la Hospitalidad damos gracias a Dios y a todos los participantes que lo han hecho posible.

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