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Cerca de vosotros (Obispo Salvador)
Autoria
Producció
Fecha publicación: 
Vie, 11/02/2018

Queridos diocesanos:

Un año más pongo a vuestra consideración la Jornada de la Iglesia Diocesana, una jornada que nos ayuda a profundizar en nuestra pertenencia a una comunidad concreta como es la propia diócesis. El lema, con tema familiar y que más adelante reproducimos, es muy significativo. Advierto que los párrafos siguientes son los mismos que aparecen en el folleto distribuido en las parroquias y lugares de culto.

Vivimos en una época en la que se busca la máxima participación en asuntos que interesan o preocupan, porque son el fundamento de las propias convicciones o creencias. En la actualidad han aparecido algunos grupos sociales que presumen de unos procedimientos participativos basados en consultas, cuyos resultados, atendiendo a sus consecuencias, son a menudo de difícil aplicación. Se habla de participación y libertad total, al tiempo que se intenta controlar sus resultados.

Me parece que hay una institución que escapa a esta exigencia de participación en la que se anima a los interesados a dar su opinión o aportar su responsabilidad: la familia. Los lazos internos que unen a sus miembros, basados en el amor, son más fuertes que las circunstancias externas o los lazos con cualquier institución a la que pueda pertenecer cada uno de ellos. Se comprueba a diario la importancia de la familia para el desarrollo armónico de sus componentes, la ayuda desinteresada que se prestan o el apoyo incondicional que se dan en los momentos complicados de la vida. A menudo se recuerda que la última crisis socio-económica que todos nosotros padecemos es mitigada en gran parte por el vínculo familiar. Abundantes estudios sociológicos así lo atestiguan.

La diócesis de Lleida, junto a las restantes de la Conferencia Episcopal Española, ha acertado al repetir el lema de años anteriores para el DÍA DE LA IGLESIA DIOCESANA/DIADA DE GERMANOR: «SOMOS UNA GRAN FAMILIA CONTIGO». La familia es el concepto central. A pesar de que se dan casos especiales de dificultad o de incomprensión en su interior, la inmensa mayoría de los cristianos podemos agradecer la experiencia de nuestra propia familia. Nos sirve como ejemplo y modelo de lo que quiere ser nuestra Iglesia, una familia de hijos de Dios, hermanos de Jesucristo, que sigue las orientaciones del evangelio, conservadas y transmitidas durante dos mil años por esta misma comunidad de amor, que se comprende, se acepta y se ayuda sin pedir nada a cambio.

Aunque sabemos que este modo de proceder se aplica permanentemente en nuestra Iglesia, es bueno recordarlo de modo especial en una jornada en la que coinciden realidades, proyectos y aspiraciones de todos los bautizados. A todos nos corresponde participar en su sostenimiento, colaborar en sus iniciativas y ayudar a las personas y comunidades con mayores puntos de fragilidad. Juntos sumamos esfuerzos y multiplicamos resultados. Con el amor y la compren - sión que nos tenemos, seremos capaces de manifestar al mundo lo más íntimo de nuestro seguimiento de Jesucristo y nuestra pertenencia a la familia eclesial.

Doy gracias a Dios por vuestra implicación y compromiso en las tareas pastorales en las que estáis inmersos. Por supuesto son fundamentales vuestras oraciones. También, y en nombre de todos los que se benefician de ello, agradezco sinceramente vuestra ayuda económica para sufragar proyectos personales, comunitarios y patrimoniales.

Con mi bendición y afecto.

† Salvador Giménez Valls Obispo de Lleida