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Cerca de vosotros (Obispo Salvador)
Autoria
Producció
Fecha publicación: 
Vie, 03/12/2021

Queridos diocesanos:

 

Todos conocéis mi preocupación por el Seminario y por las vocaciones. Me he referido a ello en múltiples ocasiones. Y creo no cansaros si os lo repito una vez más solicitando de todos los cristianos oraciones y apoyo para esta institución formativa, parte fundamental en cualquier diócesis. Nos atañe a todos y de ella salimos todos beneficiados.

 

Hago memoria de algunos aspectos para la jornada de este año que tradicionalmente está vinculada a la fiesta y a la figura de san José, 19 de marzo. En los lugares en los que ese día es laborable, como es nuestro caso, se traslada al domingo más cercano. Pero se da una circunstancia especial para este año: el papa Francisco ha declarado el 2021 el Año de San José; ha querido poner en valor su figura en el 150 aniversario de ser declarado patrono de la Iglesia Universal.

 

La celebración de ese aniversario es el punto de partida de la carta apostólica “Con corazón de Padre”, publicada el pasado mes de diciembre, en la que anunciaba el papa a todos los cristianos este significativo acontecimiento y describe a san José como el “hombre de la presencia diaria, discreta y oculta”. Precisamente su actitud de vivir en segundo plano es el que le concede “un protagonismo sin igual en la historia de la salvación; además encuentra en su figura un reflejo de tantas personas anónimas que están teniendo un papel fundamental para hacer frente a la pandemia del coronavirus.

En esta línea se sitúa el lema del Día del Seminario, Padre y hermano, como san José, con una clara referencia a todos aquellos que se preparan actualmente para el sacerdocio ministerial. Por supuesto es una alusión que se prolonga al ser y al quehacer de todos nuestros sacerdotes, a quienes llamamos indistintamente padre o consideramos hermano en todos los órdenes de la vida. Para todo sacerdote es impresionante y llena de plenitud y gratitud ser así tratado. Compensa con seguridad todos los desvelos de la tarea pastoral. Son dos palabras que encierran los aspectos más positivos de las relaciones humanas profundizando en el cariño, el respeto, la educación y la gratuidad de la familia.

 

Nuestro mayor deseo es que los actuales seminaristas se formen en el Seminario, que es un lugar y un tiempo privilegiado para que cada uno de ellos descubra cómo Dios lo hace crecer en la paternidad y en la fraternidad a través de la Iglesia y de su mano providente. Queremos que descubran que en su servicio futuro continuará la misión encomendada a Jesús. Él les ha llamado, los acompaña, les cuida y ofrece a su propio cuidador en la tierra, a san José, para que aprendan a hacer lo propio en su dedicación al Pueblo de Dios. Deseamos que completen una formación integral con las características de saber escuchar y orientar a sus hermanos al estilo del Buen Pastor. Que su estudio les proporcione los elementos básicos para salir al encuentro de los hombres de su tiempo con un conocimiento claro de sus valores y de sus limitaciones. Que sepan ofrecer con claridad el mensaje de Jesús y que no caigan nunca en la tentación de desentenderse de sus hermanos. Que acojan a todos, sin exclusiones ni condiciones previas, tal como son, para descubrirles el amor de Dios y la fraternidad predicada y vivida por Jesús.

 

Sabéis que nuestro Seminario está situado en Barcelona. Forma parte, con otras seis diócesis, del Seminario Mayor Interdiocesano. Os pido vuestras oraciones y apoyos para los formadores y para los seminaristas que allí conviven.

 

Con mi bendición y afecto          

                                     

      +Salvador Giménez, obispo de Lleida.