Más de 16.000 personas se han visto beneficiadas por las acciones de las Cáritas Diocesanas de Lleida, Solsona y Urgell en 2020. Las Cáritas de la demarcación de Lleida destinaron más de 5 millones y medio de euros, principalmente a programas de cobertura de necesidades básicas y de apoyo a los colectivos más vulnerables, y a los proyectos de inserción laboral.

 

En concreto, unos 4.000 hogares de Ponent han recibido un total de 666.193 euros en ayudas económicas. Este dato supone un incremento de un 25% respecto al año anterior. El año 2020 se destinaron unos 193 euros por persona de media, un 30% más del que se había aportado a cada una de ellas en 2019. La entidad constata que la precariedad se agudiza y la brecha social se hace más evidente y se ensancha, castigando a las personas más vulnerables a un futuro incierto con dificultad al acceso al trabajo, a un hogar digno y a la igualdad de oportunidad, que se ha visto todavía más acentuada por la brecha digital.

 

En este contexto, las tres Cáritas de la provincia de Lleida también han visto incrementada la demanda de los servicios para cubrir las necesidades básicas con especie. Concretamente, han realizado hasta 20.000 servicios en alimentación.

 

Los datos también muestran que las Cáritas de Lleida, Solsona y Urgell han visto aumentada, de forma significativa, la intensidad de las ayudas, a las cuales se le ha sumado las más de 7.000 llamadas hechas a las personas voluntarias y beneficiarias que se encontraban aisladas en la soledad de sus hogares. Como siempre, el foco de atención de Cáritas ha sido en la cobertura y el acompañamiento, y más en este año tan complicado, en que la entidad todavía ha puesto más esfuerzos para estar junto a la población más vulnerable.

 

La gente mayor, foco de atención

 

Desde las tres Cáritas se ha hecho especial incidencia a los colectivos más vulnerables, en especial la gente mayor, que ha sufrido reclusión física de más largo período, obligando a estas personas a reducir el contacto con su red familiar y social habitual. En el caso de Cáritas Diocesana de Solsona, se ha reforzado las comunicaciones con las personas mayores en su domicilio y a las residencias; Cáritas de Urgell ha enviado más de 1.000 dibujos y Cáritas Diocesana de Lleida creó un programa de formación para las personas voluntarias y beneficiarias para gestionar las emociones y los miedos en tiempos de pandemia.

 

Esfuerzo para mantener las empresas de inserción

 

En el ámbito laboral, tanto Cáritas Diocesana de Lleida, como las de Solsona y Urgell han podido mantener sus empresas de inserción, a pesar de la situación económica. Tanto es así, que se ha podido crear hasta 80 puestos de trabajo, un 16% más que el año anterior. A pesar de verse en la obligatoriedad de aplicar ERTES a sus personas trabajadoras a causa de la disminución o parada total de su actividad, la entidad ha cubierto prácticamente la totalidad del salario de sus empleados y empleadas.

 

Todos los datos de las memorias se pueden consultar en este enlace.