La diócesis de Lleida ha despedido hoy al presbítero Serafí Jou Llorenç, que la pasada madrugada murió a los 88 años en la clínica del Perpetuo Socorro. El funeral se ha celebrado en la Catedral de Lleida y ha coincidido con la misa por la festividad del Beato Obispo Salvi Huix, mártir en 1936, en el contexto de la Guerra Civil.
Nacido en Montclar d'Urgell, en el municipi de Agramunt, en 1934, y ordenado sacerdote el 31 de mayo de 1958, mosén Serafí había desarrollado su ministerio sacerdotal en diferentes parroquias, como la de Juneda (1958-61), Tragó de Noguera, Alberola y Boix (1961), y Sant Josep y Sant Martí de Lleida (1961-64). Sobre todo será recordado en els Alamús, donde fue ecónomo de la parroquia de Sant Martí durante veinte años (1964-1984). En esa fecha fue nombrado adscrito a las parroquias del Santíssim Salvador de Lleida y de la Sagrada Família. Entre 1986 y 2008 fue capellán de la Clínica del Perpetuo Socorro.
Por lo que respecta a la fiesta del Beato Salvi Huix Miralpeix, obispo mártir de Lleida, se ha celebrado en la misma Eucaristía, presidida por el obispo Salvador y concelebrada por una veintena de sacerdotes. El obispo Huix va fue beatificado el 13 de octubre de 2013 en Tarragona. Aunque su martirio se va produjo el 5 de agosto de 1936 en el cementirio de Lleida, su fiesta litúrgica se estableció el 5 de mayo, día en que entró solemnemente en Lleida para hacerse cargo de la Diòcesi.
Monseñor Salvi Huix i Miralpeix nació el 22 de diciembre de 1877 en casa Huix, masía casa pairal, perteneciente a la parroquia de Santa Margarida de Vellors, en la diócesis de Vic, y estudió en el Seminario de la capital de Osona. En 1935 fue nombrado obispo de Lleida, sucediendo al obispo Manuel Irurita, en calidad de administrador apostólico. Los acontecimientos del inicio de la Guerra Civil española lo afectaron profundamente. Fracasada la operación salvamento que se había preparado para ponerlo fuera del peligro de las fuerzas revolucionarias, se entregó voluntariamente y lo condujeron a la cárcel de Lleida, de donde salió con un grupo de acompañantes para ser fusilado camino del cemeneirio de Lleida el 5 de agosto de 1936.