La Academia Mariana-Casa de la Iglesia ha acogido la jornada de formación de la Red de Entidades Sociocaritatives del Obispado de Lleida.  Joan Carles Nicuesa, delegado episcopal de la Red, dio la bienvenida a los asistentes. El sacerdote Xavier Navarro impartió la charla 'Aplicaciones prácticas de la Encíclica Fratelli Tutti'.

 

Navarro empezó diciendo que el Papa, en la encíclica, compara la pandemia con "una tormenta en la cual se ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad humana". "La gestión de fondo es que hacemos con la fragilidad humana", explicó. Navarro citando al Papa Francisco destacó que "los hombres nos salvamos todos juntos o no nos salvamos". "La diagnosis del Papa denuncia el relativismo actual", añadió. "Necesitamos ser un nosotros, que habilita la casa común", dijo.

El conferenciante destacó que el Papa recuerda que "una parte de la humanidad vive en la opulencia y la otra vive sin derechos". Añadió que "el Papa critica la homogeneización de la cultura". "Un joven de Nueva York, uno de Johannesburgo y uno de Lleida tienen el mismo móvil", destacó.

 

En este sentido, propuso once aportaciones prácticas de la encíclica. Empezó destacando "la necesidad de valorar la cultura del otro". "En palabras del Santo Padre tenemos que luchar contra el componente ideológico de la globalización", dijo. El ponente también propuso "dejarse atraer por el bien y dejar la seducción del mal". Añadió que hay que "promover el bien de las personas y de toda la vida".

 

El ponente hizo un llamamiento "a la resistencia, a no abandonar la solidaridad". Otra de las propuestas de Xavier Navarro fue "tener clara la igualdad entre seres humanos, independientemente del lugar de nacimiento". En este sentido reflexionó "sobre la función social de la propiedad". Y recordó la frase de San Gregorio cuando dice que "hay que devolver a los pobres aquello que es suyo". Navarro explicó que "el cristianismo es aprender a renunciar, a renunciar a nuestros derechos".

 

A continuación, Navarro resumió la postura del cristianismo ante las migraciones en cuatro verbos: "acoger, proteger, promover e integrar". "El Papa reclama el concepto de plena ciudadanía y deja atrás el concepto de minoría", dijo.

 

El ponente destacó que "la pobreza es cosa de todos, lo que pasa en Alcarràs, en Alguaire, al Secano de Sant Pere, nos pasa a todos". Recordó que "el Papa denuncia una falsa hospitalidad, un riesgo de abrirse falsamente al otro". A continuación, introdujo el concepto de caridad política y caridad social para "rehabilitar la política, que es una vocación para buscar el bien común y no abandonar el interés por la verdad". Recordó que el Papa Francisco a la encíclica reclama que "en la política también hay lugar para estimar con ternura".

 

Xavier Navarro también propuso "practicar el diálogo y la amistad social". Destacó que "la vida es el arte del encuentro entre personas diversas. Y esto es el amor cristiano". "El amor cristiano admite que el otro sea cómo es, el amor cristiano es amor a la diferencia". Apostó para encontrar caminos de reencuentro y propuso "hablar públicamente de perdón". Añadió la necesidad del gusto por la memoria, "no olvidar el sufrimiento que pueden causar los hombres".

 

Para acabar, Navarro recalcó que "el Papa Francisco hace a su encíclica un elogio de los movimientos populares". Después de la charla los participantes hicieron trabajo por grupos para reflexionar sobre la encíclica a partir de las propuestas de Xavier Navarro.