La parroquia de la Asunción de la Virgen de Alcarràs vivió un entrañable momento de fervor espiritual el pasado 21 de julio por un doble motivo: por un lado, la bendición y entronización de la imagen de la divina misericordia en la capilla San Sebastián, y por el otro, la clausura del curso pastoral.

La misa, presidida por el Obispo Salvador, fue un gran momento de comunión espiritual en torno a la Eucaristía, acción de gracias de Jesús al Padre celestial. Este Jesús quien, desde la imagen de la divina misericordia, derrama sobre nuestra comunidad y nuestro pueblo un río inagotable de gracias y bendiciones, y que alimentará, estamos seguros, nuestra devoción a su infinita misericordia.  

Después de la misa, toda la comunidad se dirigió hacia la plaza mayor del pueblo para compartir una cena solidaria. Más de 80 personas, en un ambiente festivo y de hermandad, hicieron visible el rostro resplandeciente de Cristo a través de sus seguidores.

Fue una experiencia enriquecedora para la comunidad y bonita por los vecinos del pueblo que, muchos días después, todavía la siguen comentando. Todo salió tant "redondo" que ya prevemos para el próximo curso, uno o más actos como aquel, para fortalecer nuestra comunión y también para ir "haciendo pueblo".

Mn. Robert Louan.